Biden declara el estado de emergencia para Mississippi tras el devastador tornado que dejó al menos 26 muertos
El presidente Joe Biden emitió una declaración de emergencia para Mississippi este domingo, poniendo fondos federales a disposición de las áreas más afectadas por un tornado mortal que arrasó el viernes por la noche comunidades rurales del delta del Mississippi, una de las regiones más pobres de EEUU.
Al menos 25 personas murieron y decenas más resultaron heridas en Mississippi cuando la enorme tormenta arrasó varias ciudades en su trayectoria, que duró una hora. En Alabama murió otra persona después de que su casa rodante volcara varias veces.
Este domingo, los equipos de búsqueda y recuperación reanudaron la abrumadora tarea de excavar entre los escombros de viviendas aplastadas y destruidas, edificios comerciales y oficinas municipales después de que cientos de personas fueran desplazadas y a pesar de que el Servicio Meteorológico Nacional advirtió sobre el riesgo de tiempo más severo este domingo, que podría traer vientos fuertes, granizos de gran tamaño y posibles tornados, en el este de Louisiana, el centro sur de Mississippi y el centro sur de Alabama.
Tras la declaración de Biden, los fondos federales se pueden utilizar para los esfuerzos de recuperación en los condados de Carroll, Humphreys, Monroe y Sharkey de Mississippi, incluidas viviendas temporales, reparaciones de viviendas, préstamos que cubren pérdidas de propiedades no aseguradas y otros programas individuales y comerciales, dijo la Casa Blanca en un comunicado.
El gobernador de Mississippi, Tate Reeves, declaró el estado de emergencia el sábado y prometió ayudar en la reconstrucción al ver los daños en una región salpicada de amplias extensiones de campos de algodón, maíz y soja y estanques de cultivo de bagre.
Se abrieron más de media docena de refugios en Mississippi para albergar a los desplazados.
Un tornado EF-4 con una larga y duradera trayectoria
Según los primeros datos, el tornado recibió una calificación preliminar de EF-4, dijo la oficina del Servicio Meteorológico Nacional en Jackson el sábado por la noche en un tuit. Un tornado EF-4 tiene ráfagas de viento máximas de entre 166 y 200 millas por hora (entre 265 y 320 kmph). La oficina de Jackson advirtió que todavía estaba recopilando información sobre el fenómeno meterológico.
El tornado devastó una franja de la ciudad de Rolling Fork, de 2,000 habitantes, reduciendo las casas a montones de escombros y volcando autos de lado. Otras partes del sur estaban saliendo del daño causado por otros presuntos tornados.
La información preliminar basada en estimaciones de informes de tormentas y datos de radar indica que el tornado estuvo en el suelo durante más de una hora y atravesó al menos 170 millas (274 kilómetros), dijo Lance Perrilloux, meteorólogo de la oficina del Servicio Meteorológico Nacional en Jackson, Mississippi.
“Eso es raro, muy, muy raro”, dijo, atribuyendo el largo camino a la inestabilidad atmosférica generalizada.
Perrilloux dijo a la AP que los hallazgos preliminares mostraron que el tornado comenzó su camino de destrucción justo al suroeste de Rolling Fork antes de continuar hacia el noreste hacia las comunidades rurales de Midnight y Silver City y hacia Tchula, Black Hawk y Winona.
La supercélula que produjo el tornado mortal también pareció producir tornados que causaron daños en el noroeste y el centro-norte de Alabama, dijo Brian Squitieri, meteorólogo de tormentas severas del Centro de Predicción de Tormentas del servicio meteorológico en Norman, Oklahoma.
"No sé cómo sobrevivió alguien": testimonios de la catástrofe
El tornado arrasó manzanas enteras, arrancó casas, el campanario de una iglesia y derribó una torre de agua municipal.
Este domingo, el Papa Francisco ofreció una oración especial por la gente de Mississippi "golpeada por un tornado devastador" durante su bendición semanal al mediodía con vista a la Plaza de San Pedro en la Ciudad del Vaticano.
“No sé cómo sobrevivió alguien”, dijo Rodney Porter, que vive a 20 millas (32 kilómetros) al sur de Rolling Fork. Cuando la tormenta golpeó el viernes por la noche, inmediatamente condujo hasta allí para ayudar en todo lo que pudiera. Porter llegó para encontrar “una devastación total” y dijo que olía a gas natural y escuchó a la gente gritando pidiendo ayuda en la oscuridad. “Las casas se han ido, casas apiladas encima de casas con vehículos encima de todo eso”, agregó.
Annette Body condujo hasta la ciudad de Silver City, muy afectada, desde la cercana Belozi para inspeccionar los daños. Dijo que se sentía “bendecida” porque su propia casa no fue destruida, pero otras personas que conoce lo perdieron todo.
“Lloré anoche, lloré esta mañana”, dijo, mirando las casas derrumbadas. “Dijeron que tenías que ponerte a cubierto, pero sucedió tan rápido que mucha gente ni siquiera tuvo la oportunidad de ponerse a cubierto”.
Los sobrevivientes de la tormenta caminaban el sábado, muchos aturdidos y en estado de shock, mientras se abrían paso entre escombros y árboles caídos con motosierras, en busca de sobrevivientes. Los cables del tendido eléctrico quedaron atrapados bajo robles de décadas de antigüedad, arrancados de raíz.
