La historia de amor de Rosalynn y Jimmy Carter: mejores amigos y compañeros de vida
La vida de Rosalynn Carter, fallecida la semana pasada a los 96 años, es celebrada este martes con música clásica y algunos de sus pasajes favoritos de la Biblia, en un extraordinario evento con todas las primeras damas vivas y varios presidentes, incluido el hombre con el que compartió casi toda su vida, Jimmy Carter.
Y es que Jimmy y Rosalynn Carter no podrían recordar su primer encuentro aunque quisieran: ella era una recién nacida y él no hacía mucho que había dejado los pañales.
Lo que floreció en los años siguientes fue una fuerte relación que lo impulsó a él a ganar el cargo de gobernador de Georgia y también la presidencia de Estados Unidos, siempre acompañado por ella.
Después, durante cuatro décadas, como un matrimonio, los Carter se dedicaron a apoyar causas humanitarias globales. En esa trayectoria subyacía la historia de amor de una pareja de pueblo que los convirtió en compañeros de vida y mejores amigos.
Rosalynn Carter falleció el 19 de noviembre a los 96 años. El expresidente, de 99 años, estaba con ella en su casa de Plains, donde vivieron toda su vida, con la excepción de los años que pasó en la universidad y en la Marina, además de cuando cumplió un mandato como gobernador y otro como presidente, de 1977 a 1981.
"Rosalynn fue mi compañera en igualdad de condiciones en todo lo que he logrado", dijo Jimmy Carter en un comunicado emitido tras su muerte por el Centro Carter, que cofundaron en 1982 tras dejar Washington.
"Me dio sabios consejos y ánimos cuando los necesité. Mientras Rosalynn estuvo en el mundo, siempre supe que alguien me quería y me apoyaba".
El último adiós a Rosalynn, la compañera de vida de Jimmy Carter
Esta semana se celebran diversos homenajes a Rosalynn Carter. Las personas cercanas a la familia han asegurado que su marido, de 99 años y en cuidados paliativos, tenía la intención de estar presente.
"Es difícil pensar en uno de ellos sin el otro", dijo Jill Stuckey, una vieja amiga que vio a la pareja a menudo durante los últimos meses de Rosalynn Carter.
La ex primera dama solía hacer campaña separada de su marido para ampliar su alcance: "Si voy con Jimmy me quedo sentada", dijo una vez. "Puedo aprovechar mejor mi tiempo".
Como presidente, Carter la envió al extranjero en misiones diplomáticas oficiales. Rosalynn también asistió a las reuniones del Gabinete.
Ambos evitaban bailar con otras personas en las cenas de la Casa Blanca. Tras dejar la presidencia, construyeron juntos el Centro Carter en Atlanta. Se reunieron con líderes mundiales, trabajaron en la observación electoral y lucharon contra las enfermedades en los países en desarrollo.
Los Carter tenían un matrimonio lleno de costumbres y amor
Leían juntos la Biblia todas las noches, incluso por teléfono, una práctica que perduró a medida que envejecían. A veces leían en voz alta en español para seguir practicando su segunda lengua.
Y se tomaban de la mano a menudo: en casa, en la iglesia, caminando por la avenida Pennsylvania el día de la toma de posesión de Jimmy en 1977, y mientras ella yacía en su lecho de muerte en la casa que construyeron antes de su primera elección legislativa en 1962.
"No nos vamos a dormir con diferencias sin resolver entre nosotros", dijo el expresidente a AP en 2021.
Rosalynn contó tiempo atrás que primero "se enamoró de la foto de Jimmy" colgada en la pared del dormitorio de su hermana. Luego, en el verano de 1945, cuando él regresó de la Academia Naval de EEUU, Ruth Carter convenció a Jimmy para que tuviera una cita con Rosalynn.
A la mañana siguiente, Jimmy Carter le dijo a su madre que se casaría con Rosalynn Smith.
"Nunca me había besado un chico en la primera cita", contó Rosalynn. Sin embargo, vio que podría surgir algo más profundo que un romance adolescente. Normalmente tímida, descubrió que "podía hablar con él, hablarle de verdad".
Se casaron el 7 de julio de 1946, y él partió para su primer destino en la Marina.
Jimmy y Rosalynn eran una pareja trabajadora, pero competitiva
Cuando su padre, James Earl Carter, murió en 1953, Jimmy trasladó a su familia a Georgia, sin preguntarle a su esposa. Seis décadas después, Carter recordaba lo "fría" que ella se había mostrado con él durante meses a causa del traslado, y que la ruptura no se cerró del todo hasta que ella se convirtió en su socia indispensable en su negocio de cultivo de cacahuates.
Jimmy no aprendió la lección y años más tarde no consultó a su esposa cuando lanzó su primera campaña política. Pero esta vez Rosalynn Carter estaba de acuerdo y se quedó voluntariamente para dirigir el negocio en Plains cuando él se fue a Atlanta como senador estatal.
"Yo era más una compañera política que una esposa política, y nunca me sentí presionada", dijo. "Solo tuve que llamarlo una vez, cuando uno de nuestros viejos almacenes de ladrillo se derrumbó, vertiendo cientos de toneladas de cacahuetes a la calle".
Familiares y amigos cercanos recuerdan a la pareja como un vínculo en el que prosperaba no solo en el respeto mutuo, sino en la competitividad.
Corrían para terminar de escribir sus próximos libros o superar al otro en tenis, esquí o cualquier otra actividad en sus últimos años. Llevaban la cuenta mientras pescaban.
Con el tiempo, aquella competición amistosa dio paso a dos nonagenarios que intentaban cuidarse mutuamente.
Chip Carter, el hijo de la pareja que pasó gran parte de los últimos meses con sus padres, contó a The Washington Post que, a medida que la salud de su madre decaía rápidamente en sus últimos días, el expresidente pedía estar a solas con ella. Primero, Jimmy Carter se sentó junto a su cama en su silla de ruedas. Más tarde, sus ayudantes trasladaron su cama a los pies de la de ella.
Permaneció allí hasta que ella se fue, y entonces pidió estar con su tímida novia una vez más, solos Jimmy y Rosalynn.
"Nunca estuvieron solos, realmente, durante su estancia en esta tierra", dijo su nieto Jason Carter. "Siempre se tuvieron el uno al otro".
Mira también:
