Dejar a un niño pequeño encerrado en un auto —sea por olvido o porque piensas que en pocos minutos no ocurrirá nada— puede terminar en tragedia. La temperatura dentro de un carro puede aumentar 20 grados en solo 10 minutos, y los niños son mucho más vulnerables que los adultos a los golpes de calor. Compartimos algunos consejos para que tu familia esté segura.