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Estafa y Fraude

Acusan a unos padres de usar la enfermedad de su hija para estafar cientos de miles de dólares en donaciones: el caso escandaliza a España

La trágica historia de la niña española en estado terminal que conmovió al país ha acabado en indignación. Tras descubrirse que los relatos sobre la enfermedad que contaron sus padres fueron en gran parte inventados para recaudar dinero, el padre ha sido enviado a prisión de forma provisional acusado de estafa.
11 Dic 2016 – 11:14 AM EST
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Fernando Blanco y su hija Nadia en una foto que subieron a la página de Facebook de su asociación en 2012. Crédito: Facebook Asociación Nadia Nerea para la Tricotiodistrofia y E.R.

Nadia tiene 11 años, pero hasta hacía unos días, muchos la conocían como la niña atrapada en el cuerpo de una anciana de 80 por culpa de una rara enfermedad genética que sufre desde nacimiento y que, según contaba su padre, Fernando Blanco, hacía que una parte de sus células estuvieran envejecidas y le causaran graves problemas de corazón, entre otros numerosos desórdenes de salud.

Sin una operación urgente para la que necesitaban dinero, decían él y la madre, Marga Garau, la niña no sobreviría mucho más tiempo. Por ello pedían donaciones solidarias para poder pagar las cirugías y salvar su vida, algo que hicieron durante varios años en platós de televisión, periódicos y radios.

La historia de Nadia saltó de nuevo a los medios españoles a finales de noviembre. El relato de unos padres desesperados por encontrar una solución para los problemas médicos de su hija conmovió a la audiencia y también a algunos de los periodistas más populares de España. La familia, con Nadia incluida, apareció durante una semana en varios de los programas de televisión con más audiencia del país –en algunos de ellos ya habían estado hacía unos años– y logró hacerse con la empatía de las redes sociales, radios, y periódicos. En cuatro días recaudaron cerca de 158,000 dólares para sufragar la cirugía en Estados Unidos que supuestamente necesitaba de urgencia.

En la búsqueda de un tratamiento que ayudara a Nadia, su padre contaba que había llevado el caso a un genetista que trabajaba para la NASA, que el exvicepresidente Al Gore los había apoyado, y que había ido con su hija a Afganistán sorteando los bombardeos hasta una cueva donde se hallaba un especialista con la capacidad para retrasar la supuesta muerte inminente de la niña, entre muchas otras historias. Por si no había suficiente trama, Blanco también dijo que él mismo padecía un cáncer que había elegido no tratarse para dedicarse por completo a su "bebita", como él la llama.

Pero no existía tal especialista de la cueva, la niña nunca había ido a Afganistán, no hay nadie trabajando en la NASA en el caso, no hay evidencias de la existencia del doctor Edward Brown al que se refería Blanco, Nadia no ha sido tratada prácticamente en ninguno de los hospitales que mencionaban, y en la clínica donde dijo Blanco que le diagnosticaron su cáncer no hay registro ninguno. Una gran parte de los detalles que contaban han resultado ser inventados, tal y como han destapado varios reportajes de investigación en medios como Mala Prensa, Hipertextual, y El País.

Se sabe ahora que la enfermedad de la niña, que sí sufre de problemas de salud pero aparentemente no en el grave estado que describían, ha sido utilizada presuntamente por sus padres para estafar cientos de miles de dólares y aprovecharlos para su propio beneficio. Los padres han admitido que exageraron la historia.

El jueves 8 de diciembre, Fernando Blanco fue detenido tras huir de un control policial, y al día siguiente fue enviado a prisión provisional por un juez tras una investigación de las autoridades españolas. La madre ha quedado en libertad con cargos, y el juez ha suspendido la patria potestad de la menor, que de momento está a cargo de un familiar según indica El País, y se determinará su actual estado de salud.

Así creció la tragedia de Nadia

La familia, que vive en un pueblo de Lleida, al norte de España, sostenía desde 2009 ante las cámaras de televisión que Nadia sufría una enfermedad sin cura, tricotiodistrofia y que sólo le daban entre ocho y diez años de vida. Esta enfermedad rara, según explica la Biblioteca Nacional Estadounidense de Medicina, es una condición hereditaria que en los casos más leves se manifiesta a través del cabello, convirtiéndolo en débil y quebradizo, y en los casos más severos causa retraso en el desarrollo, infecciones recurrentes, problemas cerebrales, dificultad en la visión, y anormalidades en la estructura ósea, entre otros síntomas variados. Algunos de los pacientes más graves no viven más allá de la infancia.

Ante los medios de comunicación, su padre afirmaba que sólo había 36 casos de esta enfermedad en el mundo y que ella era "la única paciente en grado letal en todo el planeta". Sin embargo, las estadísticas indican que actualmente existen al menos 100 casos reportados (otras fuentes calculan más) y que sólo en Estados Unidos afecta a 1 de cada 1 millón de recién nacidos. Por ahora, es cierto, no se ha descubierto una cura, pero sí se pueden tratar los síntomas asociados.

Para tratar a su hija, Fernando Blanco decía haberse recorrido medio mundo en busca de médicos, especialistas y científicos que pudieran ofrecerle una solución. Una de las anécdotas que contaba es que había escrito una carta a Al Gore relatándole la desgarradora situación de Nadia y el ex vicepresidente le dijo que era "un héroe".

La esperanza llegó con un doctor llamado Edward Brown, supuestamente un neurocirujano mexicano, que practicaba unas operaciones milagrosas en Houston que lograban alargar la vida de los pacientes de tricotiodistrofia. Estas operaciones, prohibidas en España, según el relato, consistían en practicar incisiones en la cabeza de la niña y "resetear" su cerebro para proporcionarle unos años más, y debían realizarse varias veces a lo largo del tiempo. Tras las investigaciones de varios medios, se ha señalado que los supuestos logros del tal Edward Brown (Blanco decía que trabajó con un equipo ganador del Nobel) han sido invenciones, y que es muy probable que no existan ni ese neurocirujano ni sus métodos dignos de ciencia ficción.

Esas cirugías y los supuestos viajes a hospitales extranjeros eran muy costosos, y para poder pagarlo todo necesitaban la ayuda de la gente. La familia organizó campañas de recaudación a través de medios de comunicación. Reunieron a 25 músicos españoles para versionar la canción 'All you need is love' en dedicatoria a Nadia, realizaron una sesión de fotos para un calendario solidario protagonizado por la menor y algunos famosos, se publicó un libro infantil cuyos beneficios iban para la causa, repartieron decenas de folletos llamando a las donaciones... Siempre diciendo que todo el dinero iba destinado a los tratamientos de la niña y una asociación que ellos habían creado de apoyo a la tricotiodistrofia.

A lo largo de los años llegaron a recaudar 969,000 dólares con esta historia de fantasía e inverosimilitudes, según ha descubierto la policía esta semana tras analizar los movimientos de sus cuentas bancarias.

Si casi todo era inventado, ¿qué hicieron con el dinero?

La mayor parte de los donativos no fue destinada a pagar los tratamientos médicos, sino que gastaron el dinero en bienes para su disfrute personal, como por ejemplo, 32 relojes de lujo valorados en 52,780 dólares y aparatos electrónicos de alta gama, ha hallado la policía. Calculan que la familia ya ha gastado alrededor de 663,000 dólares de todo lo que recaudaron. Su abogado niega que la cantidad sea esa y asegura que los gastos fueron justificados.

La estafa, ahora investigada por un juez, forma parte del historial de engaños de Fernando Blanco. Un artículo de El País reveló que en el año 2000 fue condenado a cuatro años de cárcel por haber robado casi 170,000 dólares a la empresa donde había trabajado. En el mismo texto del diario, se detalla que también tenía antecedentes policiales por una presunta estafa relacionada con la compraventa de un vehículo, y que había ido a juicio por no pagar el apartamento donde vivía.

Ante las revelaciones surgidas sobre el inverosímil relato de la enfermedad y las donaciones, un juez ordenó el lunes inmovilizar las cuentas bancarias de la familia. También se activó un control policial en un pueblo cercano por la posibilidad de que Blanco fuera a huir del país, y fue precisamente ahí donde lo detuvieron (algunos medios indican que sucedió tras intentar escapar de la policía). En el coche llevaba, entre otras cosas, alrededor de 1,500 dólares en efectivo, una pistola de fogueo y cartuchos de rifle, según detalló el informe.

El juez ha dictado prisión provisional sin fianza para Blanco por riesgo de fuga y destrucción de pruebas. Garau, la madre, ha quedado en libertad con cargos. También les ha retirado la patria potestad de la niña, algo que recurrirán.

La decepción de los que confiaron en ellos

Con la verdad a la luz, la familia ha dicho que devolverá el dinero de las donaciones, un proceso que aseguran que está en marcha. De momento ya han surgido varias plataformas de afectados.

Sin embargo, aunque se restituyan los pagos, la estafa ha causado que muchos lamenten el daño que esto puede hacer a causas que sí necesitan la ayuda de la gente. El miedo a volver a caer en una trampa así tiene el peligro de que otros niños necesitados puedan verse afectados por este caso.

El hecho de que alguien haya podido aprovecharse así de la enfermedad de una niña indefensa, jugando durante años con los sentimientos de la gente y manipulando a los medios de comunicación para quedarse con el dinero, es algo que pocos podían imaginar.

Varios de los periodistas que contribuyeron a publicitar la campaña de los padres de Nadia han pedido disculpas al público, y la polémica ha generado un debate sobre la prioridad de comprobar las declaraciones de un entrevistado, por noble que parezca su causa.

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