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Asilo Político

"Las cosas se están saliendo de control": Denver al borde de una crisis causada por miles de inmigrantes

Miles de inmigrantes indocumentados que han llegado a Denver, Colorado, en el último año, hacen colapsar los refugios y las ayudas humanitarias para atender sus necesidades. Mientras la municipalidad pide ayuda al gobierno federal, autoridades locales y activistas hacen lo imposible por llevar abrigo y comida a los solicitantes de asilo, la mayoría de ellos venezolanos.
Publicado 1 Feb 2024 – 11:28 AM EST | Actualizado 1 Feb 2024 – 11:36 AM EST
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“Las cosas se están saliendo de control aquí en Denver (Colorado)”, dice a Univision Noticias Georgina Millán, una activista que lleva más de 20 años trabajando con la comunidad inmigrante en ese estado del centro norte del país. “No sabemos de quién es la culpa de esta tragedia, pero dudo que alguna ciudad de Estados Unidos haya estado preparada para recibir a tantos inmigrantes en tan corto tiempo bajo un sistema que se encuentra roto”, agregó.

Millán indica que la situación comenzó en mayo del año pasado cuando el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, comenzó a enviar autobuses con inmigrantes hacia estados del norte gobernados por demócratas, entre ellos Nueva York, Illinois y Colorado.

Bajo el amparo de la Operación Estrella Solitaria (Lone Star), Abbott asegura que desde 2022 ha trasladado “a más de 496,000 inmigrantes ilegales”. De ellos, 15,900 a Denver. Otros destinos son Washington DC, Nueva York, Chicago, Philadelphia y Los Ángeles.

“Esta gente necesitada está por todas partes”, señala Millán. “Uno los encuentra en las afuera de los supermercados pìdiendo dinero para comer, duermen debajo de los puentes en frágiles tiendas de campaña soportando temperaturas por debajo de los 20 grados Fahrenheit, no tienen agua, no tienen suficientes baños y hay muchos niños viviendo en estas condiciones extremas”.

Un reciente reporte de Univision Noticias reveló que en muchos casos los inmigrantes trasladados desde la frontera encuentran en refugios una primera opción para protegerse del frío y pasar las noches, pero a partir del 5 de febrero las autoridades limitarán el número de días que los inmigrantes podrán permanecer en los albergues.

“No tienen otro lugar a donde ir”, advierte Millán. Reconocemos que el alcalde de la ciudad está haciendo hasta lo imposible por ayudarlos, "pero no hay recursos, ni en la ciudad, el estado o por parte del gobierno federal para atender esta crisis humanitaria que se está yendo de las manos”.

Ya no hay espacio

Denver tiene unos 710,000 habitantes y en 2023 llegaron unos 40,000 inmigrantes, según un reporte de la cadena NBC News, lo que convirtió esa urbe en el principal destino per cápita de los inmigrantes recién llegados que cruzan la frontera sur de Estados Unidos y viajan hacia el norte en autobuses enviados por el gobierno de Texas.

La mayoría de los inmigrantes trasladados llegaron al país en busca de asilo, pasaron una primera fase de la entrevista de miedo creíble y el gobierno les permitió la entrada para que prosigan sus casos en los tribunales de inmigración y sea un juez quien resuelva sus futuros en Estados Unidos.

Pero debido a la acumulación de más de 3 millones de casos en la Corte de Inmigración (EOIR), los procesos demorarán más de tres años en ser resueltos. Mientras tanto, advierten activistas y abogados consultados por Univision Noticias, estas personas quedan expuestas a la pobreza y la indigencia porque el programa de asilo no contempla beneficios mientras dura el proceso migratorio-judicial.

Situaciones similares se viven en las ciudades de Nueva York (con más de 140,000 migrantes) y Chicago (más de 40,000), cuyos alcaldes, junto con la ciudad de Denver, han pedido en varias ocasiones al presidente Joe Biden que autorice y envíe fondos federales para enfrentar la crisis.

En algunos casos grupos de familias logran alquilar una habitación de hotel donde se protegen del intenso frío, pero los recursos son limitados, Hasta 20 personas viven en pequeñas habitaciones que normalmente alojan dos o tres personas por noche.

El lamento del alcalde

“Nuestra ciudad realmente está pasando apuros”, dijo esta semana a la cadena CNN el alcalde Mike Johnston (demócrata) después de visitar a familias en un campamento improvisado donde habló en español con familias, muchas de ellas de origen venezolano.

“Esto es tanto una crisis humanitaria para las personas que están llegando como una crisis fiscal para las ciudades que prestan servicios. Esas dos crisis están llegando a un punto crítico en este momento”, precisó el edil.

El septiembre del año pasado el gobierno de Biden amplió el programa de Estados de Protección Temporal (TPS) para Venezuela para inmigrantes de ese país que llegaron a Estados Unidos antes del 1 de agosto del 2023. Pero a pesar de las restricciones fronterizas, ciudadanos de ese país siguen llegando a la frontera sur en busca de asilo y aquellos que entran son tomados por Texas y enviados a las ciudades del norte a enfrentar un futuro todavía más incierto.

Ya lo habían advertido

A finales de diciembre del año pasado la municipalidad de Denver advirtió que la ciudad enfrenta una “crisis” con la llegada de miles de migrantes enviados desde la frontera con México en medio de la intensa ola que impactaba gran parte del país.

En esa ocasión la portavoz de la ciudad, Leesly León, dijo que Denver había gastado más de 2 millones de dólares para atender a los migrantes -la mayoría venezolanos- abriendo refugios temporales.

“Estamos viendo dos crisis conjuntas y tratando de prepararnos lo mejor posible”, dijo León a medios locales.

Millán dijo que, desde esa fecha hasta ahora, un mes después, la situación en vez de mejorar ha empeorado. “A estas personas hay que darles todo, están buscando todos los días dónde estar y el frío no da tregua. Necesitan que les ayudemos a buscar apartamentos, pagar la renta, buscar comida y atender a sus hijos. Mientras están viviendo donde sea en las calles”.

Mientras Denver sigue buscando maneras de encarar y solucionar la crisis, en Texas la oficina del gobernador Abbott, en un abierto desafío al gobierno federal, dice que junto con el Departamento de Seguridad Pública del Estado (DPS) y la Guardia Nacional de Texas, “continúan trabajando juntos para asegurar la frontera; detener el contrabando de drogas, armas y personas hacia Texas; y prevenir, detectar e interceptar la actividad delictiva transnacional entre los puertos de entrada”.

La oficina de Abbott dijo además que “la Operación Estrella Solitaria continúa llenando los peligrosos vacíos creados por la negativa de la Administración Biden de asegurar la frontera”. Y que “de lo contrario, cada individuo detenido o arrestado y cada gramo de droga incautada habría llegado a comunidades de Texas y del país debido a las políticas de fronteras abiertas del presidente Joe Biden”.

La Casa Blanca, por su parte, insiste en que las personas detenidas en la frontera y liberadas tras pedir asilo, están siendo referidas a los tribunales de inmigración tal y como lo señala el debido proceso migratorio aprobado por el Congreso.


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