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Estos grupos privados han recaudado millones de dólares para construir el muro de Trump: cómo y por qué lo hacen

Grupos privados buscan donaciones — y lucrativos contratos gubernamentales — para ayudar al presidente Trump a construir su muro fronterizo. Univision viajó a Texas y Nuevo México para ver qué sucede. (Read this article in English)
2 Feb 2020 – 01:48 PM EST
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' Construimos el muro' y el contratista privado Tommy Fisher han colocado cuatro millas de valla privada en Nuevo México y Texas.
Crédito: Nidia Cavazoz/Univision

SUNLAND PARK, Nuevo México — Desde que anunció su candidatura a la presidencia en 2015, Donald Trump ha logrado con mucho éxito que la gente coree sus consignas sobre la construcción del muro fronterizo. Pero en cuanto a construir uno, el presidente ha tenido dificultades para lograr avances.

Durante los primeros tres años de mandato de Trump, su gobierno ha logrado reemplazar apenas 100 millas de barreras fronterizas ya existentes con una nueva valla. Para quienes llevan la cuenta, eso equivale a unos 31 pies de construcción por cada tuit.

Pero en cuanto a construir un nuevo muro fronterizo donde antes no existía ninguno, los grupos privados están superando al gobierno de Trump. Ahora esperan sacarles provecho a esos esfuerzos al obtener lucrativos contratos gubernamentales para construir cientos de millas de muro a tiempo para ayudar a Trump a lograr su reelección en noviembre.

"Estamos trabajando en una trayectoria paralela con el presidente Trump para montar la mayor cantidad de sistemas de seguridad del muro fronterizo que podamos", le dijo Brian Kolfage, fundador y director general de We Build the Wall, al programa Real America with Jorge Ramos (RAJR) de Univision.

Hasta ahora, We Build the Wall y el contratista privado Tommy Fisher han colocado cuatro millas de valla privada en Nuevo México y Texas. La cifra podría no parecer mucho, pero el lento avance no ha atenuado sus pronósticos para 2020.

"Podemos construir 200 millas de forma privada en este momento en el Estado de Texas si el presidente nos da luz verde", le dijo Kolfage recientemente a Fox News.

En momentos más tranquilos, Kolfage reconoce que necesitaría algo más que una luz verde. También necesitaría billetes verdes (miles de millones de dólares en fondos del gobierno para hacer realidad el muro de Trump). La organización de Kolfage, que ha recaudado más de 25 millones de dólares en donaciones en internet en el año hasta la fecha, ya ha gastado casi la mitad de sus ahorros, dijo.

"A finales de 2020, podríamos tener casi 10 millas [del nuevo muro fronterizo] con lo que tenemos en el banco", dijo Kolfage. Sin embargo, incluso esa cifra podría ser exagerada; las primeras cuatro millas de muro privado le costaron a Kolfage y Fisher más de 50 millones de dólares, la mayoría de los cuales los aportó Fisher.

Intermediario

"Obviamente no podemos construir 100 millas, pero sí podemos facilitarlo, si podemos obtener fondos del gobierno", le dijo Kolfage a Univision. "Mire, somos un intermediario que intenta encontrar una manera para que el gobierno proteja esta nación".

Como intermediario, We Build the Wall está trabajando para que los propietarios privados en el Valle del Río Grande firmen cartas de intención para permitir la construcción del muro fronterizo en sus propiedades. Kolfage afirma que "un grupo" de terratenientes de Texas les envía correos electrónicos todos los días para decirles: "Quiero una barrera fronteriza en mi patio trasero". Ahora sólo tiene que encontrar una forma para convertir su papel extraoficial como intermediario independiente en un papel oficial como contratista del gobierno.

"Si el pueblo estadounidense quiere financiar esto, ya sea a través de donaciones o a través del gobierno, les estamos dando otra vía para escoger", dice Kolfage.

Un comienzo viral

We Build the Wall captó la atención de la nación hace poco más de un año cuando Kolfage, un veterano de guerra con amputaciones, lanzó una campaña de GoFundMe para ayudar a recaudar dinero para el muro fronterizo de Trump. Rápidamente se volvió viral. Kolfage ganó la asombrosa suma de 20 millones de dólares en 20 días, lo cual sorprendió a todos, incluyéndolo a él mismo.

Kolfage dice que su plan original era hacerle un cheque a Trump y dejar que el presidente "asignara" ese dinero a la construcción de su muro. Pero pronto se dio cuenta de que el gobierno no funciona de esa manera. "Fui muy ingenuo", dice. "No entendía el sistema. No estaba involucrado en la política", explicó.

Entonces, Kolfage contactó al también veterano Steven Bannon para pedirle consejos. " En realidad fue idea de Steve Bannon. Me dijo: 'Brian, ¿por qué no construyes ese muro tú mismo, tomas ese dinero y construyes una propiedad privada?'", recuerda Kolfage.

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Fuertes ráfagas de viento derriban parte del muro fronterizo en Baja California

A Kolfage le gustó tanto el consejo que puso a Bannon en la junta directiva de We Build the Wall. "Steve definitivamente está involucrado en muchas cosas del tipo estratégico", dijo Kolfage. "Lo llamo a menudo para exponerle ideas porque yo nunca he estado involucrado en algo tan grande políticamente".

Quien también participa en las operaciones diarias es el miembro de la junta Kris Kobach, un candidato republicano al senado de Kansas y acólito de Trump quien, según Kolfage, tiene contacto directo con el presidente. Los otros miembros de la junta derechista, entre ellos el fundador de Blackwater, Erik Prince, y el expitcher de la MLB convertido en experto Curt Schilling se involucran menos en la organización.

Kolfage, quien recibe un salario de 10,000 dólares al mes como director general de We Build the Wall, dice que su organización sin fines de lucro ahora se ocupa principalmente de educar a las personas del interior de Estados Unidos sobre la "crisis humanitaria en la frontera" y recaudar fondos para el muro privado.

Y han tenido mucho éxito, pues han recaudado 25.4 millones de dólares provenientes de casi 250,000 donantes, incluyendo dos millones de dólares de donaciones de cinco dólares, según Kolfage.

Recaudación de fondos

Pero como sucede con toda recaudación de fondos en internet, es difícil mantener un flujo continuo. "Nunca volveremos a tener ese auge", reconoce Kolfage, refiriéndose a las primeras tres semanas de su campaña de GoFundMe, cuando recaudaron el 80% de su dinero. "Ahora vamos a convertirnos más en una organización sin fines de lucro tradicional y comenzar a hacer cosas que una organización sin fines de lucro normal haría".

Sin embargo, continúan los continuos esfuerzos de recaudación de fondos. A modo de incentivo, Kolfage compró un montón de copias autografiadas del libro Triggered, de Donald Trump Jr. para darles a los donantes. "Es una prima", dijo. "Compramos los libros y eso nos permite recaudar dinero", explica.

A Kolfage le molestan las críticas de que We Build the Wall es una estafa.

"¿Cómo es esto una estafa? Ni siquiera me voy a referir a eso. Esto habla por sí mismo", dijo Kolfage, señalando su muro. "El pueblo estadounidense nos está dando dinero. Salimos y hacemos exactamente lo que habíamos planeado y les estamos dando exactamente lo que pidieron. No hay estafa. Eso es sencillamente ridículo".

Kolfage también niega que su muro, construido con una inclinación del 30% en la ladera de una montaña e iluminado de noche como un monumento al trumpismo, sea un ardid publicitario. Pero no niega que sea una demonstración conceptual, un modelo de muro fronterizo que él y Fisher están utilizando para mostrarle su trabajo al gobierno.

" Tommy Fisher lo hizo más rápido que cualquier contratista que haya trabajado para el gobierno, más eficiente que cualquier contratista", dice Kolfage. "El Departamento de Seguridad Nacional originalmente le dijo a este propietario que era imposible construir aquí. Y que, si lo hacían, les costaría como 40 millones de dólares hacerlo en la montaña. Y lo hicimos ... por ocho millones de dólares. O sea, se nota que cuando se tiene un buen sistema, como Tommy Fisher, se puede hacer rápido y de forma más eficiente".

Fisher coincide con esa apreciación.

"Si el gobierno dice: 'Oye, nos encanta, ponte a construir 100 millas, 200 millas, 500 millas', puedo llevarme a esa gente que se capacita aquí, y en cuestión de unas pocas semanas, podríamos estar trabajando en tres o cuatro secciones diferentes en el Río Grande, construyendo fácilmente una milla al día", le dijo a Real America with Jorge Ramos en su lugar de trabajo en Texas.

A Fisher Sand & Gravel ya se le concedió un contrato de muro fronterizo por 400 millones de dólares, pero eso se encuentra actualmente bajo investigación por parte del inspector general del Departamento de Defensa.

Desafíos legales

El muro privado de Fisher en Mission, Texas, también enfrenta varios desafíos legales. El Centro Nacional de la Mariposa, colindante con la propiedad de Fisher, presentó una demanda alegando que la valla eventualmente se obstruirá con escombros y esencialmente se convertirá en una presa, lo cual provocará inundaciones y erosión. La Comisión Internacional de Límites y Aguas del Gobierno Federal también ha presentado una demanda legal, alegando que el muro de Fisher viola el tratado fronterizo de Estados Unidos con México y representa un riesgo de "daños inmediatos e irreparables" para Estados Unidos.

Los detractores temen que la construcción de un muro gigante en las cambiantes arenas aluviales de la ribera del río pueda crear una estructura precariamente inestable, o desviar el flujo del río y redefinir la frontera con México.

"Nuestra frontera es la línea central del río, así que cualquier cosa que cambie el flujo del río cambia la frontera entre Estados Unidos y México", dice Javier Peña, abogado del Centro Nacional de la Mariposa. "Entonces podríamos ver, por primera vez en mucho tiempo, que se le devuelven terrenos estadounidenses a México sólo porque querían construir este proyecto que es producto de la vanidad".

Fisher, quien ha sido multado 16 veces por la Agencia de Protección Ambiental desde el año 2000 y ha tenido que pagar más de 450,000 dólares en multas, según Good Jobs First, descarta las preocupaciones de que su muro provocará erosión o tendrá algún otro impacto ambiental negativo.

"Yo te garantizo que, si vuelves dentro de 20 años y puedes venir a esta valla, vas a estar parado aquí, en las riberas del Río Grande. No se va a erosionar", dijo Fisher.

Aprovechándose de Trump

Aunque Kolfage y Fisher están apostando grandes sumas de dinero, la recompensa en los contratos del gobierno podría ser enorme. Después de que el Congreso se negara a darle a la Casa Blanca todo el dinero que quería para el muro fronterizo, el presidente Trump declaró una emergencia nacional en la frontera sur hace un año para poder desviar 7,000 millones de dólares más del presupuesto militar estadounidense para financiar la construcción.

Kolfage piensa que su éxito y el éxito de Trump son simbióticos.

"Hay mucha gente que quiere detenernos. Quieren vernos fracasar, porque este [muro fronterizo] es el pararrayos de todo lo que el presidente Trump quiere", dice Kolfage.

"Y aquí estamos, esta compañía privada, una organización sin fines de lucro, haciendo lo que el presidente Trump quiere hacer. Así que, por supuesto, la gente nos va a atacar. La gente quiere vernos fracasar, al igual que quiere ver al presidente Trump fracasar", añadió.

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