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La importancia de la candidatura presidencial de Nikki Haley

"...Su valiente decisión de lanzarse al ruedo también podría alentar a otros aspirantes del GOP que permanecen paralizados por el temor a que Trump los aniquile mediante implacables descalificaciones, insultos y falsas acusaciones, como los que en 2016 infligió al exgobernador de la Florida, Jeb Bush, a los senadores Marco Rubio y Ted Cruz y a otros precandidatos de su partido".
Opinión
Director de Integración de Redes y Multiplataformas y Redactor Jefe de Televisa Univision.
2023-02-21T09:32:16-05:00
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Nikki Haley, exembajadora ante la ONU y precandidata presidencia republicana. Crédito: Matt Rourke/AP

En enero de 2019, cuando comenzaba la contienda presidencial de 2020, seis demócratas habían anunciado su candidatura a la nominación presidencial de su partido. Y varios más habían manifestado en público su interés en postularse para eventualmente disputarle el cargo al entonces titular republicano Donald Trump. Nos acercamos vertiginosamente a marzo de 2023. Y podemos afirmar con propiedad que la contienda de 2024 arrancó en enero. Sin embargo, una sola persona, Nikki Haley, ha proclamado que retará a Trump por la nominación del Partido Republicano en las elecciones primarias. Es un síntoma del miedo, pánico que Trump les inspira a otras figuras del republicanismo que también tienen ambiciones presidenciales.

Y sin embargo, tanto el GOP como el país claman a gritos por candidatos a la presidencia que, a diferencia de Trump, representen los ideales del tradicional conservadurismo estadounidense: gobierno limitado, estado de derecho, paz mediante la fuerza diplomática y militar, responsabilidad fiscal, mercados libres, entre otros. Ninguna democracia puede sobrevivir mucho tiempo sin la alternancia en el poder que resulta de la dialéctica entre conservadores y liberales. La de Estados Unidos no podría ser una excepción por mucho tiempo.

Independientemente de sus posibilidades de triunfo, la candidatura que recién anunció Nikki Haley podría convertirse en el proverbial respiro de aire fresco que necesita el conservadurismo estadounidense. Haley es una mujer aun joven que ya acumuló experiencia ejecutiva como gobernadora de Carolina del Sur y en política exterior como embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas. Su desempeño en el primer cargo fue el de una conservadora moderada que buscó a un tiempo la austeridad fiscal y la armonía racial en un estado con un oscuro historial de racismo.

La campaña de Haley, por supuesto, enfrenta una difícil escalada cuesta arriba. En la actualidad, se debate entre su pasado de dirigente moderada y la necesidad de buscar el apoyo de una base abocada al extremismo por líderes irresponsables que practican el populismo y la antipolítica. Como mujer, confrontará el recelo del conservadurismo más reacio a los cambios. Las primeras encuestas ya lo reflejan pues apenas le dan un dos por ciento de la intención del voto republicano.

Pero su valiente decisión de lanzarse al ruedo también podría alentar a otros aspirantes del GOP que permanecen paralizados por el temor a que Trump los aniquile mediante implacables descalificaciones, insultos y falsas acusaciones, como los que en 2016 infligió al exgobernador de la Florida, Jeb Bush, a los senadores Marco Rubio y Ted Cruz y a otros precandidatos de su partido.

La candidatura de Haley y las de otros potenciales aspirantes le ofrecen al GOP una nueva oportunidad de alejarse del radicalismo que lo corroe por dentro y que alienta las divisiones fratricidas en el país. Una nueva ocasión de discutir con ideas y planes de gobierno, en vez de recriminaciones, injurias y amenazas de venganza, los principales problemas que afronta la nación. Y una nueva posibilidad de conquistar el voto popular para lograr el mandato que necesita cualquier gobierno que desee hacer cambios significativos. El GOP no gana el voto popular desde hace 20 años, cuando George W. Bush obtuvo la reelección en 2004.

Colegas escépticos han comentado que Haley en realidad busca consolidarse como la principal candidata a acompañar a Trump en una eventual boleta republicana. Por eso, dicen, ni siquiera menciona al expresidente por su nombre cuando enfatiza la necesidad de un cambio generacional en el liderazgo del país. Agregan que, por contraste, no escatima las referencias a Biden, quien ya tiene 80 años y es el mandatario más longevo en la historia del país. Y señalan que Trump y su campaña apenas le han prestado atención.

No descarto que así sea. Pero lo cierto es que, para consolidarse y tener éxito, tanto Haley como cualquier otro posible aspirante republicano deberán andar con pies de plomo por el campo minado del trumpismo aún vigente. O sea que deberán buscar a toda costa el difícil equilibrio que les permita soslayar la ira insana de quien sigue siendo el principal líder de su partido y a la vez trazar su propia senda rumbo a la anhelada presidencia.

Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.


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