Destitución de Kevin McCarthy: 4 consecuencias de estar sin presidente en la Cámara de Representantes
La caída de Kevin McCarthy como presidente de la Cámara de Representantes abrió un periodo de enorme incertidumbre que no tiene precedentes en la historia política de Estados Unidos.
La consecuencia inmediata fue que el nombramiento de un aliado de McCarthy como presidente interino: Patrick McHenry, representante de Carolina del Norte y actual jefe del comité de Servicios Financieros.
McHenry era el designado por McCarthy ya que desde 2003, las reglas de la Cámara Baja exigen que al inicio de su mandato presente una lista con el orden de sucesión en caso de vacancia que se mantiene en secreto.
La situación con el presidente pro tempore es diferente a la de enero, cuando no había nadie en el sillón de líder de la Cámara Baja, y no se podía ni tomar juramento a los nuevos representantes ni sacar adelante las tareas administrativas.
Resulta complicado responder con certeza a la cuestión de si el cuerpo legislativo puede proceder con otros asuntos mientras dure la interinidad de McHenry o la única cuestión del orden del día debe ser la elección del nuevo presidente, como ocurre al inicio de la legislatura.
1. Sin segundo en la línea de sucesión presidencial
Sin un líder formalmente elegido al frente de la Cámara de Representantes, el segundo puesto en la línea de sucesión presidencial que corresponde al presidente del cuerpo queda vacante. La Constitución indica que en caso de vacancia de la presidencia, corresponde a la vicepresidenta Kamala Harris "actuar como presidente".
La Constitución remite a una ley del Congreso para desarrollar el resto de la línea de sucesión. La ley de sucesión presidencial es la que establece que el segundo, tras la vicepresidenta, debe ser el presidente de la Cámara, que, sin embargo, ahora está vacante.
Es por eso que en caso de que se diera la catastrófica circunstancia de que quede vacante la oficina del presidente y la vicepresidenta, el siguiente en línea es el presidente pro tempore del Senado y después los miembros del gabinete, empezando por los secretarios de Estado y del Tesoro.
2. Qué puede y que no puede hacer el presidente interino de la Cámara de Representantes
No hay un cronograma sobre cuánto tiempo el presidente pro tempore puede permanecer en el cargo, o cuándo deben realizarse nuevas elecciones, pero en principio, según las reglas parlamentarias, McHenry puede actuar como 'speaker' mientras tanto y la legislación puede continuar.
El interino asume las funciones del presidente "que puedan ser necesarias y apropiadas pendientes de la elección" del reemplazo, sea definitivo o de nuevo provisional, pero el asunto está en cómo se interpreta la expresión "necesarias y apropiadas" en esta situación sin precedentes.
No está claro cuánto poder tendría un presidente pro tempore, pero técnicamente pueden legislar normalmente de acuerdo con estas Reglas de la Cámara.
Matthew Green, autor de 'The Speaker of the House: A Study of Leadership', dijo en entrevista con NBC que probablemente no tendrá exactamente los mismos poderes, ya que "la intención era que actuaran en una capacidad de corto plazo mientras la cámara seleccionaba un nuevo orador".
Mientras se logran esas definiciones, McHenry ha considerado necesario y apropiado despojar a Nancy Pelosi de la oficina que tenía en el Capitolio como expresidenta de la Cámara Baja, como ha sido tradición hasta ahora.
3. El cierre de gobierno, de nuevo en el horizonte
Aunque el representante Matt Gaetz llevaba desde el minuto uno desafiando el liderazgo de la Cámara Baja, encontró la excusa perfecta para presentar su moción de vacancia después de que McCarthy consiguió evitar el cierre de gobierno el sábado pasado, con la ayuda de los demócratas.
La solución temporal que se le dio entonces al asunto del cierre del Ejecutivo fue aprobar una medida provisional para garantizar su financiación por 45 días.
La idea era seguir negociando las partidas presupuestarias que debían haber entrado en vigencia para el inicio del año fiscal en octubre y de esa manera zanjar, hasta el próximo año, el eterno forcejeo entre liberales y conservadores sobre el nivel del gasto público y los sectores a los cuales dirigirlo.
El plazo de la medida provisional se vence el 17 de noviembre, y si esas negociaciones no han rendido fruto, regresará el fantasma del cierre del Ejecutivo federal, con la amenaza que representa para el salario de millones de funcionarios públicos.
Es de esperar que, tras la demostración de fuerza que hizo Gaetz y otros miembros del llamado 'Freedom Caucus', los republicanos radicales extremen su agenda de recortes extremos y defensa del expresidente Donald Trump, lo que complicará las negociaciones no solo con los demócratas sino dentro de la misma bancada republicana.
4. La volatilidad en la bolsa
La inestabilidad y enorme incertidumbre política también se ha traducido este miércoles en una notable volatilidad en la bolsa.
Aunque no suponga un cambio muy grande en el corto plazo en la situación de la economía del país, el recurrente pulso en torno a la financiación del gobierno puede volver agravado si se diera por un hipotético estancamiento de la elección de un reemplazo para McCarthy o si la persona elegida no cuenta con el respaldo del pequeño grupo radical de derecha.
"Un vacío en la Cámara Baja eleva las posibilidades de un cierre de gobierno cuando expire el plazo del financiamiento actual", dijeron economistas de Goldman Sachs citados por AP.
Un cierre podría arrastrar a la economía de EEUU al borde de la recesión, aunque los mercados financieros se han desempeñado relativamente bien en los últimos cierres.
Así fue que en las primeras horas de la mañana del miércoles, tras el derrocamiento de McCarthy, el S&P500, uno de los índices de referencia de Wall Street, cayó a mínimos de los últimos cuatro meses, antes de recuperar terreno al mediodía.
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