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Salud y Mujer

Este es el restrictivo plan de Trump para los derechos reproductivos de las mujeres

El próximo presidente ha anunciado que intentará restringir el acceso al aborto y que revocará partes de Obamacare que le permiten a las mujeres tener acceso gratuito a anticonceptivos. Mujeres y organizaciones se están activando para defender la planificación familiar.
11 Nov 2016 – 07:01 PM EST
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Mike Pence, el vicepresidente de Trump, firmó en marzo de este año una ley, la HEA 1337, que entró en vigencia en julio en Indiana que prohíbe abortar un feto aunque tenga alguna condición como síndrome de Down o microcefalia. Crédito: Pete Marovich /Getty Images

La elección de Trump podría tener un profundo impacto en el acceso a opciones seguras para abortar y prevenir embarazos. También en la disponibilidad de las mujeres a exámenes físicos anuales, pruebas de enfermedades venéreas y mamografías. Es por ello que, desde el pasado miércoles, muchas organizaciones de derechos civiles e individuos se están manifestando en pequeña o mediana escala en todo el país.

“Donald Trump nos ha hecho sentir cualquier cosa menos seguras", dice Teal Anderson Cracraft, habitante de Indianapolis, Indiana, y cofundadora de Speak your story, quien está organizando, por ejemplo, una protesta frente a la Casa de Gobierno de su estado. Dijo a Univision Noticias sentirse “aterrorizada” de que las mujeres sean forzadas a volver al tiempo “en el que no podíamos controlar nuestros propios cuerpos. Lo hemos escuchado abiertamente ser partidario de los asaltos y la violencia contra las mujeres. Lo hemos escuchado decir que debemos ser castigadas por tener abortos y comparar a los abortos tardíos compasivos y médicamente necesarios con ‘mujeres que rasgan a los bebés de su vientre".

Dawn Burket, en Mishawaka, también Indiana, imprimió el mismo miércoles unos letreros y se apostó frente a la puerta de una clínica de Planned Parenthood que queda no muy lejos de su casa. Es muy pequeña y está en una esquina sin aceras. “Me paré allí en señal de apoyo a las mujeres, todas las mujeres y sus parejas que han escogido la planificación familiar”, narró.

  • ¿Qué se sabe hasta ahora?

Durante la campaña electoral, Trump dijo que considera que los abortos deberían ser ilegales, a menos que se realicen en casos de violación, incesto y cuando la vida de la madre esté en peligro. También que se deberían prohibir después de las 20 semanas de embarazo.

Lo primero que haría para restringirlos, según una sección de su página de internet llamada ' Reforma de Salud para hacer América grande otra vez', sería eliminar el financiamiento de 500 millones de dólares anuales a Planned Parenthood, la red nacional de clínicas de salud femenina y planificación familiar que ofrece a poblaciones vulnerables exámenes ginecológicos, pruebas y tratamientos para enfermedades de transmisión sexual, entre otros servicios. "No vamos a permitir y no vamos a financiar Planned Parenthood”, si siguen realizando abortos, dijo en marzo, aunque este sea solo 3% del total de sus servicios.

Cecile Richards, directora de Planned Parenthood, escribió a sus seguidores el mismo miércoles llamándolos a la acción: “Si quieres quedarte en cama o esconderte del mundo, no te culpo, pero espero que no lo hagas”. Algunos centros han reportado que la organización recibió como respuesta numerosas donaciones, algunas hechas a nombre de Hillary Clinton. En un tuit publicado al día siguiente de la elección, la organización aseguró: "Rechazamos tu odio, rechazamos tus amenazas y no nos vamos a ninguna parte".

La segunda medida de Donald Trump para restringir los abortos sería tratar de que se revierta 'Roe vs Wade', la decisión de la Corte Suprema que legalizó en 1973 el procedimiento. Para ello Trump ha dicho que postularía un juez para reemplazar al fallecido Antonin Scalia, que favorezca esta medida.

Al respecto, Amy Hagstrom Miller, directora de la organización Whole Woman’s Health, dijo a Univision Noticias: "Me han preguntado si creo que va a anular 'Roe vs. Wade' o que vaya a cerrar clínicas y en verdad, ningún hombre ni siquiera el presidente tiene tanto poder como para llevar a cabo tantas acciones en tan poco tiempo. No va a pasar en un periodo presidencial".

Sin embargo, según agregó, cree que la cultura que ha creado —"que es tan disímil y choca tanto con lo que caracteriza a Estados Unidos"— va a permitir y a darle permiso a una retórica violenta y a actos de odio en contra de latinos, inmigrantes y las mujeres de color que atienden en sus clínicas. "Como alguien que ha ofrecido servicios de aborto por más de 25 años en este país, sé que cuando hay una cultura que permite la violencia, la violencia aumenta".

  • Contra los anticonceptivos

Trump no ha pedido la prohibición de los métodos de control de natalidad, pero sí ha anunciado medidas que limitarían su acceso.

Primero está la misma eliminación de fondos a Planned Parenthood, ya que de estas clínicas dependen en la actualidad más de 4,665,000 de familias para obtener sus anticonceptivos y dispositivos intrauterinos, y también la reducción de financiamiento federal a planes como Title X, que subvenciona la asistencia sanitaria y planificación familiar para hombres y mujeres de bajos ingresos.

De hecho, cuando Texas terminó temporalmente el financiamiento de Planned Parenthood en 2013, estudios reportaron que las mujeres de bajos ingresos tuvieron problemas para acceder a la anticoncepción, por lo que hubo un aumento sustancial en el número de nacimientos.

En segundo lugar, está la revocación de Obamacare. La ley, llamada 'Affordable Care Act', requiere la cobertura de alguna forma de control de natalidad, incluyendo dispositivos intrauterinos, por casi todos los planes de seguro médico.

Es por eso que revistas como Elle, Glamour, Jezebel, Vogue, New York magazine y otras están llamando a sus lectoras a que se inserten antes de que Trump llegue a la presidencia un dispositivo intrauterino, ya que algunos tipos como el ParaGard pueden durar hasta 10 años y su efectividad es muy alta, aunque algunas mujeres sufren efectos secundarios como aumento en el sangrado durante la menstruación. De tener que pagarlos de contado, una T de cobre puede costar unos 1,000 dólares.

Aunque este viernes Trump dijo en una entrevista con el Wall Street Journal que dejaría en pie algunas partes de la ley de salud de Obama, no son precisamente las referentes a la salud reproductiva.

  • El compañero en la Casa Blanca

Mike Pence, el vicepresidente de Trump, consistentemente ha bloqueado el acceso al aborto tanto como gobernador de Indiana como miembro de la Cámara de Representantes.

Impulsó políticas de salud reproductiva de las que se responsabiliza de que Indiana sea el estado con mayor crecimiento del número de casos de VIH de la nación. Además, redactó parte de una propuesta de ley que realizaba una diferenciación semántica entre una violación y una “ violación forzada”.

Pero principalmente firmó en marzo de este año una ley, la HEA 1337, que entró en vigencia en julio en Indiana y que prohíbe abortar un feto del que los ecosonogramas demostraran alguna condición como síndrome de Down o microcefalia y ordena que los fetos que resultaron en una pérdida o fueron abortados sean enterrados o cremados.

A manera de protesta por la ley que considera invasiva, Laura Shanley, habitante de Carmel, un suburbio de Indianápolis, ha llamado muchas veces a la oficina de Pence para darle detalles de su período. “Durante la mañana me he sentido un poco hinchada, pero a la tarde no he sangrado tanto”, recuerda haberle dicho a una asistente.

También creó una página de Facebook llamada Periods for Pence, a través de la cual logró que cientos de mujeres en el estado se unieran con más llamadas.

Al principio hasta la misma Shanley usó un seudónimo porque temía perder su trabajo como maestra de prekinder en una iglesia conservadora, pero después las integrantes empezaron a contar públicamente sus historias personales de aborto, pérdidas y contracepción.

Ahora el grupo les está sirviendo también para movilizarse después de que se conoció el resultado del martes. Shanley escribe: “Creo que las mujeres están cansadas de que nos digan que nos quedemos quietas. Es suficiente”.

* La declaración de Amy Hagstrom Miller fue recogida por Eulimar Núñez.

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