"Para liberarlas de la vida que ella vivió": una madre es acusada de torturar y asesinar a sus dos pequeñas hijas
Una madre supuestamente confesó haber matado a sus hijas de 10 y 6 años para “liberarlas de la vida que ella vivió”.
Izadora Alves de Faria, una mujer de 30 años, presuntamente dijo que envenenó a María Alice y su hermana mayor, Lavínia Souza, antes de intentarlas electrocutar dentro de un tanque de agua, ahogarlas y por último apuñalarlas para estar segura de que estaban muertas, explicó G1.
“En su mente, ella había hecho algo bueno para las niñas”, explicó el delegado de la policía de Goiás, Brasil, Daniel Moura, quien añadió que la imputada no mostró arrepentimiento en ningún momento durante el interrogatorio al que fue sometida el pasado miércoles.
Las niñas fueron halladas por su padre sobre un colchón de su propia casa y bajo una manta, luego de regresar de trabajar.
Tras denunciar el hallazgo de los cadáveres, Alves fue encontrada cerca de las 9 p.m. del pasado martes por unos perros rastreadores, dentro de unos matorrales cercanos a su vivienda.
Moura aseguró que la mujer tenía lesiones, por lo que la policía cree que se quiso suicidar.
Tras el arresto, Alves fue llevada a un hospital para que atendieran sus heridas y fue dada de alta un día después por la mañana, contó Yahoo Brasil.
El delegado señaló que la mujer “confesó el crimen y la forma en que mató a las niñas”, a las que primero “intentó darles veneno, pero al ver que no iba a funcionar, llevó a las pequeñas a un depósito de agua e intentó electrocutarlas con una extensión conectada a la red eléctrica”.
No conforme con ello, el jefe de la policía aseveró que la mujer después ahogó a las menores y, cuando estaban inconscientes, las sacó del tanque, las puso en el colchón “y las apuñaló con un cuchillo”.
El padre de las menores dijo que la relación con Alves era problemática y habían peleado la noche anterior a los supuestos asesinatos, además de que ella necesitaba “tratamiento psiquiátrico porque no estaba bien”.
El juez Hermes Pereira Vidigal precisó que Alves actuó de forma “fría, repugnante y cruel”, por lo que dictó la prisión preventiva en su contra, al considerar que supone un riesgo para la sociedad si sigue en libre.
Moura señaló que Alves puede ser acusada de doble homicidio calificado y que podría pasar hasta 100 años de prisión, debido a que las víctimas eran sus hijas y son menores de 14 años.
