En la costa de Navarre Beach, en el Panhandle de Florida, un gran tiburón blanco, de entre 13 y 15 pies de longitud, quedó varado en la arena. Descubierto sin vida por rescatistas locales, el depredador marino ha desatado la curiosidad de la comunidad, generando preguntas sobre las circunstancias de su llegada a la playa y su fallecimiento.