Rufina García, de 67 años, está a punto de perder su vivienda debido a varias remodelaciones y ampliaciones que decidió hacer. Lo anterior, debido a que ordenanzas municipales prohíben hacer reparaciones en propiedades en zonas propensas a inundaciones y, además, la mujer no pidió permisos a la ciudad. “Yo no sabía que debía solicitar ese permiso”, dijo García, a quien le informaron que tiene 30 días para remover la casa y llevársela o esta será demolida.