La familia de Jhesica Nina, una joven de 20 años apuñalada hasta la muerte supuestamente por su expareja, pide justicia y que el caso sea tratado como un feminicidio. Pero en Bolivia, el país con más altos índices de este delito en Sudamérica, muchos de estos crímenes quedan en la impunidad como advierten ONGs locales y organismos internacionales.