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Tormentas y Huracanes

"Está todo bajo agua": Al menos 38 muertos dejan los deslaves e inundaciones causadas por el huracán Iota en Centroamérica

Los equipos de rescate seguían este miércoles buscando a personas atrapadas en sus casas inundadas por el embate del potente huracán. En Nicaragua, un deslizamiento de tierra enterró a 12 personas, de las cuales solo 4 pudieron ser rescatadas. (Read in English)
Publicado 18 Nov 2020 – 03:08 PM EST | Actualizado 19 Nov 2020 – 02:23 AM EST
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A medida que los cielos se despejan sobre Honduras y Nicaragua comienza a revelarse la muerte y la devastación dejadas por el potente huracán Iota. Pero, con gran parte del norte de Nicaragua y Honduras aún bajo el agua, podrían pasar varios días antes de que se conozca la gravedad del más reciente desastre natural que asola a Centroamérica.

“Es un impacto muy duro, luego del covid-19 y la destrucción de Eta”, dijo Herlan Castellano, un marinero desempleado de 40 años que fue rescatado de su casa inundada por un bote de los voluntarios de la Cruz Roja en La Lima, una localidad en las afueras de San Pedro Sula, en el norte de Honduras.

“Tenía que salir por mi vida, el río esta creciendo muy rápido. No importa si vives en un segundo o tercero piso”, dijo a Univision Noticias. “Se está poniendo feo esto, pero hay que seguir adelante y pidiéndole a Dios que todo quede bien”, agregó.

Este miércoles, los equipos de rescate encontraron a cuatro personas, dos adultos y dos niños, atrapados en sus casas por la crecida de las aguas en la colina Buenos Aires, en La Lima. “El agua está llegando al tope, cada vez más rápido”, dijo Ingrid Sánchez, 25, la madre de los dos niños, de un año y de seis.

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Al menos 38 muertes

Por el momento parece que este ciclón ha dejado menos víctimas que Eta, el huracán que hace apenas dos semanas embistió Centroamérica. Esto en parte porque muchas personas ya habían abandonado sus hogares después de la primera tormenta.

Pero los residentes dijeron a Univision Noticias que las inundaciones de Iota fueron más extensas, llegaron a áreas que no se habían inundado antes y con corrientes aún más fuertes y peligrosas en los ríos desbordados.

El famoso chef José Andrés de World Central Kitchen, quien lidera el esfuerzo de preparar comida para los damnificados, publicó un video el miércoles tomado desde un helicóptero sobre San Pedro Sula que muestra un vasto paisaje inundado. "Está todo bajo agua, está todo bajo agua....", dijo.

Eta dejó a cientos de miles de personas sin hogar y ocasionó la muerte de 150 personas, la mayoría por un deslizamiento de tierra en Guatemala.

Después de tocar tierra como un huracán categoría 4 este lunes por la noche frente a la costa este de Nicaragua, Iota dejó inundaciones masivas a su paso y al menos unos 38 muertos, según datos de organismos oficiales.

En Nicaragua las autoridades informaron que hasta ahora han registrado 18 muertos y la prensa reporta al menos 15 desaparecidos; Honduras, por su parte, cerró el día con 14 muertos muertos y hay al menos una persona desaparecida. Guatemala reportó dos muertes, al igual que Colombia; en Panamá informan de un fallecido al igual que en El Salvador.

Muchos pueblos en Nicaragua y Honduras quedaron aislados, sin agua ni electricidad, debido a los deslizamientos de tierra que destruyeron carreteras y puentes.

Además, se destruyó una enorme cantidad de hortalizas, poniendo muchos agricultores y sus familias en peligro de una falta de alimentación. “Hemos visto aquí cosechas enteras y producción de muchas frutas totalmente azotadas y bajo el agua,” dijo José Andrés. “Es momento de tomarse la alimentación como un tema de seguridad nacional para cada país”, agregó.

Una inédita desgracia consecutiva

La actual temporada de huracanes en el Atlántico ha sido históricamente activa: Iota elevó a 30 el número de tormentas que han sido nombradas este año, una cifra récord. Iota fue, además, el segundo huracán mayor que azotó la misma región en dos semanas, tras seguir una trayectoria parecida a la de Eta a lo largo de Honduras y Nicaragua. Para los meteorólogos fue una desgracia consecutiva sin precedentes.

Iota –que superó en dimensión a Eta– produjo fuertes lluvias en toda la región, incluido el norte de Honduras, donde los ríos y arroyos se han desbordado a tal punto que varios puentes corrían este miércoles el riesgo de ser arrasados por las aguas.

El huracán afectó la mayor parte de Nicaragua y Honduras, dos países con una topografía abundante en montañas y ríos. Los efectos de la deforestación en muchos de sus parques nacionales han dejado, asimismo, a muchas de esas comunidades rurales vulnerables a inundaciones repentinas y deslaves.


Cinco miembros de una familia, entre ellos una bebé de 4 meses, murieron en un deslizamiento de tierra en Ocotepeque, en las montañas del oeste de Honduras, según informes de los medios locales. La mayoría de las muertes reportadas hasta ahora se produjeron en Nicaragua, incluyendo varios niños; además de otros dos en las islas colombianas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, en el Caribe.

En Nicaragua, cuatro adultos y dos menores fallecieron como resultado del embate de Iota, dijo la vicepresidenta Rosario Murillo. Además, un deslizamiento de tierra en el Macizo de Peñas Blancas, en el norte del país, enterró a 12 personas en el caserío de La Dalia, según República 18, un medio de comunicación digital independiente en Nicaragua. Se rescató a cuatro personas, pero se teme que las otras ocho hayan muerto.

El obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, escribió en las redes sociales: “Profundo dolor por lo que nos ha sucedido en el Macizo de Peñas Blancas, entre La Dalia y Rancho Grande. En este momento, nuestros sacerdotes se están movilizando hacia esa zona".

Medios locales también informaron que se produjo un deslave cerca de Wiwilí, cerca de la frontera con Honduras, donde dos personas murieron bajo el barro.

Actualmente, hasta el 99.5% de las propiedades en la costa caribeña nicaragüense se encuentra sin electricidad, dijo este martes el Sistema Nacional de Prevención y Atención de Desastres (Sinapred) del país.

El "lado sucio" del huracán

A pesar de que estuvo más cerca del ojo de Iota, la situación era mejor de lo que se temía en la capital hondureña, Tegucigalpa, y otros pueblos del sur del país donde el huracán Mitch causó una destrucción masiva en 1998. Eso parecía deberse en gran parte por su paso rápido y porque su fuerza se había disipado cuando llegó al centro de Honduras, a unas 250 millas de donde tocó tierra.

Las zonas más afectadas fueron en el norte de Honduras, la misma región que fue impactada por Eta, donde el cuadrante noreste de Iota, el llamado "lado sucio" de la tormenta, suele llevar las peores lluvias y vientos. Imágenes de video mostraron ríos furiosos de agua turbia que fluían por las calles del barrio Río Negro en la histórica ciudad colonial de Trujillo, donde Cristóbal Colón puso un pie en 1502.

“Fue una quebrada que inundó todo por allí, en la entrada del pueblo”, dijo a Univision Noticias Ismael Dubón, un voluntario de la Cruz Roja de 58 años. Unas 300 personas se refugiaron en albergues locales pero afortunadamente no hubo muertos, dijo.

“Ha sido demasiado con los dos fenómenos. Pasó Eta y las aguas quedaros estancadas y luego vino Iota y todo se inundó de nuevo. Aquí nunca se había inundado, en toda la vida”, dijo.

Dubón contó que suspendió sus planes para abrir un pequeño hotel este verano debido al brote de covid-19 y que ahora no sabe cuándo se recuperará la economía.

“Pero ya está saliendo un poco el sol y al agua ya bajó. Podemos comenzar a limpiar de nuevo”.

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Jeff Ernst y Claudia Mendoza informaron desde San Pedro Sula, Honduras y David Adams desde Miami.

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