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El misterioso polizón ruso que llegó a LAX sin pasaporte, boleto ni saber cómo había embarcado

Llegó en un vuelo de Copenhague y poco más se sabe de un pasajero ruso que llegó al aeropuerto de Los Ángeles sin pasaporte ni billete. Tampoco recordaba cómo había embarcado ni qué hacía en Dinamarca. Esta es su historia, según el FBI.
Publicado 12 Dic 2023 – 11:34 AM EST | Actualizado 12 Dic 2023 – 11:34 AM EST
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El FBI cree que el iPhone de un polizón ruso puede ocultar la clave para resolver un misterio de película: su llegada al aeropuerto de Los Ángeles, sin pasaporte ni billete de avión y, alegando, que no sabía siquiera cómo había embarcado en Copenhague.

Es por eso que el atestado en que el FBI solicita que sea procesado Sergey Ochigava por el delito de ser polizón en un avión de línea aérea comienza con la solicitud de una orden de registro del teléfono que llevaba el hombre encima.

El documento luego hace un relato de los hechos que si no fuera por la jerga legal en la que está escrito, bien podría confundirse con la trama de una serie de misterio o, tal vez, incluso espionaje.

Ochigava llegó en un vuelo de SAS el 4 de noviembre y, como cualquiera, se presentó a los agentes de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), solo que no era un pasajero, o más bien, su nombre no estaba en el manifiesto del vuelo (de ninguno).

Tampoco tenía pasaporte ni visa para entrar a EEUU. “Ochigava dio información falsa y engañosa sobre su viaje a EEUU, incluido inicialmente decirle a la CBP que había dejado su pasaporte en el avión”.

Qué sabe el FBI del misterioso polizón ruso

Un hecho del que no hay duda es que llegó en el vuelo SK931 el 4 de noviembre. Y es que, para ser un polizón, resultó chocante que, lejos de tratar de pasar desapercibido o mantener un perfil bajo, adoptó una actitud que lo hizo virtualmente inolvidable para sus compañeros de vuelo.

“Llamó la atención de toda la tripulación, que lo vio deambulando por el avión y cambiando de asiento. Además, pidió doble ración en los servicios de comida y en un momento intentó comerse un chocolate de uno de los tripulantes de la cabina”, dice el atestado.

“Un miembro de la tripulación declaró que parecía que Ochigava trataba de entablar conversación con los otros pasajeros pero la mayoría lo ignoraba”.

La tripulación no vio su pasaje pero sí se percataron de que el asiento en que inició el vuelo se suponía que debía estar vacío. La explicación que dieron es que cada tripulante revisa su sección para asegurarse de que la nave está balanceada, no para hacer un recuento exhaustivo del pasaje.

Si los hubieran contado, sabrían que les sobraba uno.

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Piloto en Los Ángeles reporta a torre de control haber visto un hombre con una mochila propulsora a 6,000 pies de altura

Tras desembarcar, Ochigava se presentó ante la CBP diciendo que había dejado su pasaporte olvidado en el avión (en un momento llegó a decir que era un documento estadounidense). La aerolínea jamás lo encontró.

Los agentes de CBP nunca se habían encontrado con algo así, un pasajero que no aparecía en ninguna base de datos. En su equipaje, se hallaron identificaciones rusas e israelíes, pero no había registros de nadie con ese nombre.

Para viajar como ruso requiere visa: al Departamento de Estado nadie con su nombre se la ha solicitado. Como israelí, hubiera necesitado la autorización del sistema electrónico (ESTA), tampoco hay rastro de él ahí.

Solo en el mencionado iPhone había una foto donde se apreciaba parcialmente una imagen de lo que parecía ser su pasaporte. Nadie había entrado en Estados Unidos con ese número de pasaporte, fecha de nacimiento o nombre y apellidos. Es más, solo si hubiera reservado un billete para viajar al país debería aparecer en alguna base de datos: no.

Cuando todos los pasajeros de su vuelo habían pasado ya por el control de pasaportes, Ochigava seguía allí. En el momento en que ya se habían procesado a todos los que habían llegado de Europa, CBP ya comenzó a tratar el asunto como el caso de un polizón, un delito que lleva hasta cinco años de cárcel.

Lo que ha dicho Ochigava, el polizón llegado de Europa

Al día siguiente, es involucrado el FBI que, con la ayuda de traductor al ruso, y tras leer los Derechos Miranda, entrevista al sospechoso de ser un polizón.

Ochigava dice no haber dormido en tres días y afirma no entender nada de lo que le está ocurriendo, que tal vez tenía un billete para EEUU pero no estaba seguro. Tampoco recordaba haber subido al avión, ni cómo es posible que hubiera pasado los controles de seguridad en la capital danesa. De hecho, ni siquiera sabía qué estaba haciendo en esa ciudad antes de embarcar al vuelo de Los Ángeles.

El hombre autorizó a los agentes del FBI a revisar momentáneamente las fotos del teléfono, donde vieron fotografías de pantallas con informaciones de vuelos a Ámsterdam, Lisboa, Málaga, Londres, etc. y palabras en danés.

Además, vieron capturas de pantalla de una app de mapas con la dirección de un hostel en Kiel, Alemania, y calles de una ciudad no identificada.

Pero el sospechoso retiró el teléfono y lo apagó. Para el FBI, el aparato puede tener la clave del misterio.


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