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Salud Mental

90% de los estadounidenses coinciden en que EEUU enfrenta una crisis de salud mental, revela una encuesta

Ya no es un secreto para nadie que el suicidio, ansiedad, abuso de sustancia, depresión y otros trastornos han alcanzado índices alarmantes en el país. Un nuevo sondeo refleja hasta qué medida la población está consciente de ello y lo padece.
Publicado 9 Oct 2022 – 02:37 PM EDT | Actualizado 9 Oct 2022 – 02:37 PM EDT
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Las señales de la aguda crisis de salud mental que enfrenta Estados Unidos están por todas partes. Poco después del lanzamiento del 988 -la nueva línea de apoyo ante el suicidio y otros trastornos- y de que se recomendara por primera vez que se hagan pruebas de ansiedad a todos los adultos en el país, una nueva encuesta sigue dibujando un panorama desolador.

A dos años de la pandemia y en medio de un contexto inflacionario 90% de los 2,000 adultos entrevistados en el verano como parte del sondeo realizado por la Fundación Familiar Kaiser y CNN consideran que EEUU enfrenta una crisis de salud mental.


La mitad de ellos ha vivido de cerca una crisis de salud mental grave en su familia con parientes que han requerido atención profesional por representar una amenaza para ellos mismos o los demás o participar en comportamientos autodestructivos.

1 de cada 5 describe su propia salud mental como ‘regular’ o ‘mala’, especialmente aquellos menores de 30 años, que se identifican como LGBT y personas de bajos ingresos, que fueron el doble de propensas a hacerlo que aquellas que ganan 90,000 dólares o más anuales.

“Coincidentemente, ese grupo tiene menos acceso al tratamiento”, comenta a Univision Noticias, Ludmila De Faria, miembro de la Academia Estadounidense de Psiquiatría.

Aunque en esta categoría no hubo grandes distinciones por etnicidad o raza, la experta infiere que esto es extrapolable a los hispanos que “no sólo son una población minoritaria, sino que, debido al estigma y la cultura suelen subutilizar los servicios de salud mental, lo que conduce a peores resultados”.

Algo en lo que sí los hispanos fueron más propensos a reportar mayor preocupación dentro de la encuesta fue en lo referido a problemas de salud mental de los jóvenes.

58% de los hispanos se sienten “muy angustiados” por la amenaza del abuso de drogas o alcohol en sus hijos, en contraste con el 30% de los blancos; y una mayor proporción de padres hispanos también manifestó gran inquietud por las heridas auto infringidas y el aislamiento causado por la pandemia.

Pero la ansiedad o la depresión no discriminan. Un tercio de todos los adultos encuestados admitieron sentirse ansiosos siempre o con frecuencia y 1 de cada 5 se han sentido deprimidos o solos a menudo.

Falta de acceso a tratamientos de salud mental

Entre las principales razones de estrés, según el sondeo, están las finanzas personales y los acontecimientos políticos, seguidas por relaciones personales y laborales.

Para la psiquiatra Ludmila De Faria, la pandemia y sus secuelas han contribuido, pero están muy lejos de ser el detonante de esta crisis. “ El problema existía desde antes. Esto tiene un gran impacto económico y social. Una persona que sufre de depresión, ansiedad o consumo de sustancias tiene dificultades para funcionar en a la vida diaria, en la sociedad”, explica y recalca que “el sistema de salud necesita prepararse para acomodar la demanda”.

A juzgar por los resultados de la encuesta, queda mucho trabajo por hacer en esta materia.

La mitad de los encuestados considera que la mayoría de las personas en EEUU no pueden recibir los tratamientos de salud mental que necesitan.

En cuanto a las barreras que impiden el acceso a servicios de salud mental, el precio y el acceso al seguro médico encabezan la lista, con 8 de cada 10 y 3 de cada 4 personas que respectivamente los describen como un “gran problema”, seguidos por el estigma o vergüenza y la insuficiencia de proveedores en esta área.

Al menos un tercio de los hispanos indicaron que en el último año no pudieron recibir la atención o fármacos que necesitaban para atender sus problemas de salud mental cuando consideraban que los necesitaban.

Para el 53% de los hispanos y el 55% de los negros la falta de diversidad entre trabajadores de salud mental también empeora las cosas.

"Uno creería que esto debería crear un sentido de urgencia, pero no es el caso"

¿Sobre quién recae la responsabilidad de solucionar la crisis de salud mental en EEUU? La amplia mayoría de los encuestados considera que las personas y las familias, así como los proveedores médicos deben tener un papel crucial en el abordaje de estos problemas, y les dan mayor peso a estos grupos que a otros como el gobierno, empleadores, escuelas o iglesias.

La Línea Nacional de Prevención del Suicidio, la adjudicación de miles de millones de dólares a programas de salud mental y consumo de sustancias a través del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) han sido algunas de las iniciativas emprendidas por Biden para atacar estos problemas.

Pero hasta ahora las estadísticas no dan tregua. Las muertes por sobredosis alcanzaron cifras récord en 2021 y las tasas de suicidio volvieron a subir tras dos años en descenso, revelan datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades.

El claro consenso de la población sobre la aguda crisis de salud mental estadounidense que queda reflejado en la encuesta es otro motivo más para que las autoridades tomen cartas en el asunto, pero, tal y como advierte en su cuenta de Twitter Larry Levitt, vicepresidente ejecutivo de la Fundación Kaiser, no está garantizadot: "Uno creería que esto crearía un sentido de urgencia para los legisladores y candidatos, pero todavía no es el caso".

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