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Ciencia

Casi siete siglos después, resuelven el misterio del origen de la peste negra a través de muestras de ADN

Un equipo de investigadores de varias universidades dice haber identificado el origen de la enfermedad en una región de Kirguistán, un país de Asia Central, a partir del análisis de ADN de los restos de un antiguo cementerio, en personas que murieron unos años antes de lo que se entiende como el inicio de la epidemia.
Publicado 17 Jun 2022 – 11:38 AM EDT | Actualizado 17 Jun 2022 – 11:38 AM EDT
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Tras siglos de misterio e investigación sin resultados, un equipo de científicos asegura haber dado por fin con el origen de la pandemia de la peste negra, que devastó al mundo medieval.

Un equipo de investigadores de varias universidades dice haber identificado el origen de la enfermedad en una región de Kirguistán, un país de Asia Central, a partir del análisis de los restos de un antiguo sitio de enterramientos.

"Logramos poner fin a todas esas controversias centenarias sobre los orígenes de la peste negra", dijo Philip Slavin, historiador y parte del equipo, en un informe publicado el miércoles en la revista Nature.


Según Slavin, encontraron una pista interesante en un trabajo científico de 1890 que describía un sitio de enterramientos en lo que ahora es el norte de Kirguistán. De acuerdo con esa investigación, hubo un aumento de enterramientos entre 1338 y 1339 y varias lápidas describían que los difuntos habían "muerto de pestilencia".

"Cuando tienes uno o dos años con exceso de mortalidad, significa que algo extraño estaba pasando allí", dijo Slavin y añadió: "Pero no fue un año cualquiera: 1338 y 1339 fueron siete u ocho años antes de la peste negra".

Esa pista podía conducirlos al brote inicial, pero había que determinar qué había matado realmente a aquellas personas.

En busca del primer brote de peste negra: análisis de ADN antiguo

La 'peste negra' fue una pandemia mortal que se estima que en apenas ocho años, entre 1346 y 1353, mató a cerca del 60% de la población euroasiática. La enfermedad, transmitida por las pulgas de los roedores, estuvo apareciendo y desapareciendo en oleadas o brotes durante unos 500 años.

Los síntomas de esta enfermedad eran fiebre alta, cefalea (dolor de cabeza), escalofríos y astenia (debilitamiento general) seguido por la inflamación de los ganglios como los de la ingle ( buba, en latín) razón por la cual también se le conoce como peste bubónica. Las 'bubas' inflamadas tomaban un color negruzco y resultaban dolorosas.

En el estudio sobre el sitio de enterramientos en Kirguistán encontraron indicios de personas que podrían haber muerto con los mismos síntomas años antes de que se desatara la pandemia, por lo que los investigadores tuvierno que examinar muestras de ADN muy antiguas de los restos hallados en el lugar.

Maria Spyrou, investigadora de la Universidad de Tuebingen y una de las autoras del estudio, explicó que se analizaron muestras de dientes de siete personas enterradas en el sitio. Una vez extraídas y secuenciadas las muestras de ADN, lo cual fue un proceso complejo por que estaban muy dañadas, se compararon con una base de datos genómicos de patógenos y uno de las coincidencias obtenidas fue la 'yersinia pestis', la bacteria que provoca la llamada 'peste negra'.

El ADN también mostró "patrones de daño característicos", dijo Syprou, lo cual evidencia que las personas portaban esa enfermedad al momento de su muerte.


De esta forma el equipo de investigadores reconstruyó minuciosamente el genoma de la 'yersinia pestis' y descubrió que la cepa detectada en el lugar del entierro en Kirguistán era anterior a la diversificación de cepas que se produjo en lo que se entiende como el inicio de la 'peste negra', un proceso de diversificación de las cepas del patógeno, que algunos llaman 'Big Bang'.

También descubrieron que los roedores que viven en la región ahora portan una cepa muy cercana a aquella antigua, por lo que han concluido que el llamado 'Big Bang' de la peste negra ocurrió en algún punto de esa área, poco antes del inicio de esa pandemia.

Según Slavin, los habitantes de esa zona eran muy diversos étnica y religiosamente, y comerciaban a larga distancia. "Vivían en el corazón de las rutas de la seda, seguramente viajaron mucho, lo que contribuyó a la expansión de la epidemia a través del Mar Negro".

Pero para Michael Knapp, profesor asociado de la Universidad de Otago, en Nueva Zelanda, que no participó en el estudio, la investigación tiene sus limitaciones ya que la muestra fue muy pequeña.

"Datos de muchas más personas, épocas y regiones... realmente ayudarían a aclarar qué significan realmente los datos presentados aquí", dijo Knapp a CBS News.

Aunque ya no es una pandemia, la peste negra no ha sido erradicada

Aunque ya no es una pandemia ni una amenaza global, la peste negra o peste bubónica no ha logrado ser erradicada del todo del planeta y miles de personas siguen contrayendo la enfermedad cada año, sobre todo en Asia Central. En las montañas del Tien Shan, que tiene una parte en el actual Kirguistán, la marmota es el principal reservorio animal de la enfermedad.

Pero las condiciones de higiene y el desarrollo de antibióticos de varias generaciones han permitido que la mortal enfermedad se mantenga siendo un hecho aislado.


Según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EEUU, las personas suelen contraer la peste bubónica o septicémica tras ser picadas por una pulga portadora de la bacteria o también manipulando a un animal infectado.

Entre 2010 y 2015 se notificaron un total de 3,248 casos en todo el mundo, de ellos, 584 muertes, según la Organización Mundial de la Salud. Los países más afectados en ese período fueron la República Democrática del Congo, Madagascar y Perú.

La peste bubónica llegó a EEUU por primera vez en en el año 1900, a través de ratas que venían a bordo de los barcos de vapor que cruzaban el Atlántico. Entre 1924 y 1925 se produjo el último brote urbano de peste negra asociada a ratas en EEUU, en la ciudad de Los Ángeles.

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