"Hoy, mientras Estados Unidos se prepara para las elecciones del 3 de noviembre, el presidente de Estados Unidos está desmantelando sistemáticamente la eficacia de los esfuerzos regionales de promoción de la democracia. No se debe a ningún cambio en la política específicamente orientada hacia América Latina y el Caribe, necesariamente, sino más bien a la lamentable manera en que está tratando la democracia en casa".