En promedio, a nivel nacional, una persona que se retrasa en el pago de su tarjeta de crédito debe pagar una penalidad entre $32 y $41. Al respecto, el Gobierno Biden anunció que limitará este valor a $8, lo que representa un ahorro de $200, en promedio, para cada una de las 45 millones de personas que pagan de manera tardía sus obligaciones.
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