Tras varios años de lucha, los trabajadores de Chicago lograron un aumento en su salario mínimo. El cambio, que entrará en vigencia a partir del 1 de julio, establece que las empresas que tienen 21 empleados o más, deben pagar $15.80 la hora. A su vez, los empleadores con 4 a 20 trabajadores, tendrán que ajustar el sueldo a $15 la hora. Al respecto, Laura Garza, directora de Arise Chicago, celebró la medida pero dijo que “hay mucho trabajo por hacer”.