El gobernador de Florida, Ron DeSantis, firmó una ley que limita a los condados y a las ciudades para exigir a los empleadores que brinden mayor protección a los trabajadores que laboran a la intemperie. “Es bastante extremista y cruel”, afirma Esteban Wood, de la organización ‘WeCount’, al explicar que, por ejemplo, Miami-Dade no podrá requerir cosas básicas, como descanso y agua. La normativa entra en vigor el 1 de julio.