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Abortos

La Corte Suprema parece respaldar una ley de Mississippi que cercaría más el derecho al aborto en EEUU

El caso que se argumentó en la Corte Suprema este miércoles proviene de Mississippi, pero la eventual decisión tendrá alcance nacional. Lo que está en juego es el fin de fallos precedentes que establecieron el derecho de las mujeres a realizarse un aborto seguro.
Publicado 1 Dic 2021 – 12:58 PM EST | Actualizado 1 Dic 2021 – 04:22 PM EST
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La Corte Suprema escuchó este miércoles los argumentos del caso, el de la ley de Mississippi, que más ha puesto en peligro las decisiones que establecieron y reafirmaron décadas atrás el derecho al aborto en Estados Unidos: Roe vs. Wade y Planned Parenthood vs. Casey. Acabar con esos precedentes está en juego. Luego de dos horas de tensos cuestionamientos y respuestas, los magistrados conservadores no parecieron convencidos de revocar los fallos, pero sí a favor del plazo de 15 semanas que establece el texto de ese estado, lo que igual debilitaría este derecho.

El procurador general de Mississippi, Scott G. Stewart, insistió en la corte en que Roe. vs. Wade "acecha" al país y "no tiene espacio en nuestra historia o tradiciones". Pero los magistrados respondieron asegurando que reversar el fallo podría teñir de política una decisión que cambiaría el espectro legal del país.

Stewart aseguró que la viabilidad del feto no está determinada para nada en la Constitución. La jueza Sonia Sotomayor le replicó: "Hay demasiadas cosas que no están en la Constitución (...) incluyendo el hecho de que no tenemos la última palabra (...) No hay nada en la Constitución que diga que la Corte Suprema tiene la última palabra para definir lo que dice la Constitución".

La magistrada agregó que Roe estableció que "hay ciertas decisiones personales que le pertenecen a los individuos y en las que los estados no pueden meterse". Le dijo: "Reconocimos esa sensación de privacidad en las decisiones de las personas sobre la anticoncepción. Reconocimos que tienen derecho de decidir con quién quieren casarse (...) Nada de eso está escrito en la Constitución (...) Así que ¿por qué tenemos que decir ahora que algo como Roe y Casey son tan inusuales que deben ser anulados?".

Sotomayor cuestionó —igual que sus otros dos pares liberales— que la Corte pueda perder legitimidad al poner fin a fallos como Roe y Casey, los casos que establecieron y reafirmaron el derecho de las mujeres a realizarse abortos seguros décadas atrás. "¿Sobrevivirá esta institución el hedor que crearía en la percepción pública que la Constitución y su lectura son solo actos políticos? No lo creo (...) Si la gente cree que todo es política, ¿cómo sobreviviremos? ¿Cómo sobrevivirá esta corte?".

"El derecho de una mujer a elegir, el derecho de controlar su propio cuerpo ha sido claramente establecido desde Casey y nunca había sido desafiado", agregó.

Más que el aborto en Mississippi

El caso que se defendió en la Corte Suprema este miércoles proviene de Mississippi. En marzo de 2018, el estado promulgó la conocida "ley de edad gestacional", que prohibía los abortos después de las 15 semanas de embarazo, dos meses antes de la viabilidad fetal que había determinado la misma Corte Suprema. El máximo tribunal nunca ha permitido que los estados prohíban el aborto antes de término, algo que ocurre aproximadamente a las 24 semanas.

A diferencia de otros casos que buscan impugnar la ley antiabortos de Texas, Dobbs vs. Jackson Women's Health Organization (JWHO) sí se centra en la validez de Roe vs. Wade, el fallo de 1973 que estableció el derecho al aborto en Estados Unidos. Golpearlo podría generar un retroceso de casi 50 años en este tema tan fundamental para la salud de 36 millones de mujeres en edad reproductiva en Estados Unidos, según cálculos de Planned Parenthood. Los demandantes pedían a la Corte Suprema que considerara si todas las prohibiciones al aborto electivo previas a la viabilidad son inconstitucionales.


Al interior del tribunal, la primera pregunta que se escuchó fue la del juez Clarence Thomas, uno de los que se ha mostrado a favor de revocar Roe vs. Wade. Él cuestionó cómo es que el tribunal podría lidiar con el plazo de viabilidad fetal sin poner fin a Roe y Casey (que reafirmó el derecho al aborto y limitó la capacidad de los estados para poner una "carga indebida" sobre las mujeres que quisieran abortar antes de las 24 semanas).

Roberts, por su parte, presionó a los abogados que se oponen a la ley de sobre la necesidad de mantener el plazo de 15 semanas. "No es un punto de partida dramático (...) ¿Por qué no es tiempo suficiente?", preguntó y acotó que es el plazo que tienen otros países. Pero Julie Rikelman, abogada del Centro para los Derechos Reproductivos, le objetó al explicarle que países como Canadá o Reino Unido permiten el aborto entre las 22 y 24 semanas.

La jueza Amy Coney Barrett preguntó por qué las leyes de 'buen puerto', que protegen a los padres que entregan a sus hijos en adopción en hospitales o centros especializados, no son suficientes para resolver la "carga de la paternidad" cuando se lleva un embarazo a término.

Rikelman le explicó que el embarazo, de por sí, "impone una exigencia física única, un riesgo para la mujer y de hecho, tiene un impacto sobre su habiidad de cuidar otros niños, otros familiares". Aseguró que cuando la ley de Mississippi limita el aborto hasta las 15 semanas hace que en el estado sea 75 veces más peligroso tener un bebé y amenaza "desproporcionadamente" la vida de las mujeres de color.

JWHO, el único proveedor de abortos seguros en Mississippi, impugnó la ley antiabortos del estado en una corte distrital y obtuvo como respuesta una orden de restricción temporal para bloquear la vigencia del texto. Esa decisión fue mantenida por la Corte del Quinto Circuito de Apelaciones, que aseguró que la ley era inconstitucional porque prohibía el aborto antes de la viabilidad. Esa es la razón por la que en mayo pasado, el máximo tribunal del país dijo que escucharía argumentos orales.

Este miércoles, los alrededores de la Corte se llenaron de manifestantes defensores de ambas posturas. Se leyeron pancartas con mensajes como "el aborto es esencial", pero también con llamados a "acabar con el aborto ya".

El domingo, la fiscal general de Mississippi, Lynn Fitch, defendió la postura del estado con esta ley en un artículo de opinión en el diario The Washington Post: "Reconocemos la magnitud de lo que estamos pidiendo", escribió. Según ella, hace casi 49 años, cuando la Corte decidió Roe vs. Wade, puso la intuición política por encima del razonamiento legal y tomó una decisión que, asegura, no estaba amparada por la Constitución. Pitch argumenta que quitó de las manos de los ciudadanos el derecho a elegir sobre ese tema. "Es momento de corregir eso", insistió.

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Un efecto dominó

La Corte Suprema no tomará una decisión este miércoles. Se estima que lo hará a finales de junio de 2022. Cualquiera que sea la postura, cambiará el panorama sobre este tema, pero también sentará las bases para el debate político de cara a las elecciones de medio término sobre un tema que históricamente ha sido evadido por buena parte de los candidatos en procesos anteriores.

Según el Instituto Guttmacher, que investiga temas de derechos sexuales y reproductivos, calcula que la decisión del máximo tribunal podría liberar el camino de al menos 26 estados que solo están esperando este fallo para aprobar leyes tan restrictivas como la de Texas y esta de Mississippi o enmendar las que tienen para seguir ese camino.

Con la ley antiaborto de Texas en vigor, el plazo se restringió a seis semanas de embarazo, lo que excluyó a decenas de mujeres de poder acceder a un procedimiento seguro y tener que movilizarse a otros estados, eso sí tienen los recursos y el tiempo para hacerlo. "Sí podemos imaginarnos qué pasaría si Mississippi se convierte en un estado como Texas", dice a Univision Noticias Alejandra Soto, vocera de Planned Parenthood Federation of America.

"Esto va a ser un efecto dominó si fallan en contra de la privacidad médica y totalmente preocupante que la Corte establezca leyes que le dicen a los políticos que tienen derecho de tomar decisiones médicas por uno. Si ahora están tomando decisión médica sobre el aborto, el día de mañana sobre cuál otra decisión médica van a querer tomar decisiones. Es indignante que los políticos digan: 'No confiamos en la inteligencia de cada mujer y que ella pueda tomar decisión sobre sí misma'", agrega Soto.

Para la activista, aunque la mayoría de las mujeres opta por el aborto dentro de las primeras 15 semanas de su embarazo, imponer cualquier límite da por sentado que el proceso solo se requiere dentro de ese tiempo. "¿Qué hacemos con una niña de 11 años que sufre un incesto? 15 semanas puede parecer mucho tiempo para que tomes una decisión pero puede haber casos extremos" que quedan excluidos en la ley, explica. "¿Quiénes son los políticos para determinar cuánto tiempo es suficiente para que una tome una decisión? Es preocupante".

Soto explica que en lugar de leyes restrictivas a nivel estatal, debería haber más educación y acceso a anticonceptivos y a abortos seguros: "En todo país donde hay esas tres cosas, disminuye la tasa de aborto".


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