Los robots, que serán operados por control remoto, son potencialmente letales y tienen como objetivo atender situaciones de emergencia. Sobre esta decisión, Hillary Ronen, supervisora del Distrito 9, se mostró en contra, asegurando que la decisión de matar a alguien que representa un peligro debe ser tomada por alguien entrenado, un ser humano que tenga la posibilidad de entender la situación.