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Las claves para comprar alimentos envasados y no entrar en pánico por las etiquetas frontales

Publicado 16 Nov 2021 – 01:29 PM EST | Actualizado 16 Nov 2021 – 01:29 PM EST
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La buena alimentación es sinónimo de salud. Pero también de herencia, ya que es algo que se transmite en todas las mesas familiares. Aún así, en la actualidad existen muchas dudas sobre los grupos de alimentos que son importantes en todas las etapas de la vida y cómo combinarlos. Adicionalmente, debemos sumar que algunos de esos ingredientes son adquiridos en supermercados y próximamente incluirán una etiqueta frontal que debemos saber interpretar.

Pero no hay que entrar en pánico, porque te vamos a revelar algunos tips para que leer el etiquetado frontal en alimentos envasados no sea complicado. Lo importante será comprenderlo y, sobre todas las cosas, poder analizar objetivamente estos alimentos.

Victoria Cavoti es médica patóloga (MN 111.677) y nos explica cómo comprar alimentos de calidad nutricional sin desesperar en el intento y cómo lograr la soberanía alimentaria.

¿Para qué sirven las etiquetas frontales?

La etiqueta frontal o sello negro que veremos no precisamente indicará que ese alimento no es nutritivo. Su objetivo es informar acerca de un nutriente crítico (azúcar, sodio, grasas y calorías) que se encuentra en mayor cantidad, según umbrales establecidos por el sistema de perfilado nutricional de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Cabe aclarar que hay varios sistemas de perfilado que difieren en el métodos y umbrales de nutrientes. En la Argentina, se optó por el de OPS pero en Europa, por ejemplo, utilizan Nutriscore que es un poco más completo ya que hace un análisis integral considerando todos los nutrientes del alimentos (positivos y negativos).

Conviértete en un consumidor inteligente

La clave para lograrlo es leer toda la información que se encuentra en el envase. Sí, completa, es decir, la lista de ingredientes y tabla nutricional que por lo general se encuentra en el dorso del envase

Por ejemplo, algunas galletas tendrán el sello negro indicando “exceso de grasa”, entonces deberíamos buscar más información en el envase: qué cantidad de grasa aporta, para poder seleecionar la de menor cantidad, si tienen fibra o no, si están fortificadas o no. De esta manera, podrás elegir la más saludable, a pesar de la etiqueta frontal.

La cantidad del producto es otra clave

Otro ejemplo que verás constantemente es la etiqueta indicando “exceso de azúcar”. Bien, lo que te corresponderá será elegir de acuerdo a la cantidad que tenga cada producto evaluando también el resto de nutrientes que aporta, ya que no es lo mismo consumir un yogur que aporte 10 gr, que una gaseosa que aporte 25 gr de azúcar. ¿Lo ves?. Si analizamos este caso podemos observar que la cantidad de azúcar agregada es significativamente menor en el yogur respecto a la gaseosa, aunque ambos tengan el mismo sello de advertencia. El yogur, además, es un alimento completo que brinda proteínas, calcio, vitamina A, D y el complejo B y algunos contienen probióticos que juegan un rol fundamental en la salud. La gaseosa no aporta nada de eso.

El plato nutritivo base

A la hora de comprar tus alimentos y cocinarlos, debes tener en cuenta los grupos de alimentos elementales que deben estar presentes en un plato nutritivo y rico, aunque no estrictamente debes consumirlos todos en una sola comida.

De acuerdo con la médica patóloga Victoria Cavoti, en tu plato no pueden faltar los siguientes grupos:

  • VERDURAS: ½ porción de verduras crudas y cocidas. Trata de elegir las de temporada, ya que están más frescas.
  • GRANOS y LEGUMBRES: ¼ de granos, como arroz, pastas secas, avena, quinoa; lo ideal es elegir granos enteros y hacer ligeros cambios, por ejemplo: utilizar mitad arroz blanco y mitad integral.
  • CARNE y HUEVO: ¼ de proteína: aquí encontramos carnes magras, pescado, huevo,. Si eres vegetariano, vegano u optaste por cualquier otro régimen alimenticio, lo mejor es acudir con un nutriólogo para no tener déficit de nutrientes. Por lo general, realizando buenas combinaciones de legumbres, cereales y frutos secos se logra cubrir las necesidades diarias de proteínas.
  • FRUTAS: 2 o 3 frutas frescas, preferentemente de estación.
  • LÁCTEOS : 3 porciones por día que puedes mezclar de esta manera: yogur (alimento esencial por su proceso de fermentación y si tiene probióticos, mejor), un vaso de leche y 30gr de quesos magros. Fundamentales por su aporte de calcio, vitaminas y proteínas de buena calidad.
  • GRASAS: también deben estar incluidas en una dieta balanceada. Opta por las poliinsaturadas y monoinsaturadas, están presentes en el aceite de girasol, oliva, semillas, palta y frutas secas.

¡A comprar!

Ahora que ya sabes algunos tips para que los sellos frontales de advertencia no te causen pánico, es momento de planear tu presupuesto y menú semanal.

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