Razones por las que el intestino está malhumorado
El síndrome del intestino irritable es sumamente frecuente y se caracteriza por la presencia de molestias como hinchazón y gases, dolores abdominales, constipación o diarrea. ¿Qué tratamientos se indican? ¿Hay remedios naturales que ayuden a controlar este problema? Sigue leyendo y descubrí todo lo que tienes que saber sobre este tema.
Se estima que alrededor del 20% de la población en el país padece del síndrome del intestino irritable. La mayoría se acostumbra a vivir con la molestia y aprende a tolerar los síntomas que caracterizan la afección: dolores abdominales, hinchazón o alteraciones frecuentes de la función intestinal, como diarrea o constipación.
“El síndrome de intestino irritable es un trastorno caracterizado por un conjunto de síntomas entre los que se describen el dolor abdominal, la distensión y el cambio en la forma y consistencia de las heces en más del 25% de las deposiciones. Estos síntomas deben estar presentes al menos en los últimos 3 meses y darse al menos una vez por semana”, explica el médico gastroenterólogo José Tawil.
Es una entidad multifactorial, en la que algunos aspectos relacionados con el estilo de vida, como la alimentación o el nivel de estrés son fundamentales en el desencadenamiento de los síntomas. Y es crónica, lo que significa que no se cura. Pero los síntomas pueden manejarse perfectamente en la medida que identifiquen y corrijan los factores desencadenantes.
¿A quién afecta?
Aunque se desconoce la causa concreta que normalmente lo origina, es frecuente que aparezca en personas muy sensibles y perfeccionistas, compulsivas, dependientes, con sentimiento de culpa y con una intensa necesidad de aprobación social, siendo más frecuente en ellos la ansiedad que la depresión.
El estado emocional suele tener un papel importante en nuestra salud gastrointestinal. La comunicación bidireccional entre el cerebro y el intestino hace que el sistema digestivo sufra los efectos de las emociones y situaciones estresantes. El cuerpo habla a través del dolor de estómago, con acidez o reflujo, con dispepsia, con constipación y/o diarrea funcionales o también síndrome de intestino irritable.
También la alimentación puede desencadenar o exacerbar síntomas como distensión, dolor abdominal, constipación o diarrea. Entre los alimentos a evitar están las legumbres, el alcohol, el café, los dulces, algunas verduras (brócoli, coliflor, cebolla) y bebidas con gas.
Síntomas del síndrome del intestino irritable
El síndrome de intestino irritable puede ser difícil de diagnosticar porque presenta signos que pueden confundirse con alguna otra enfermedad, pero por lo general, tienen los mismos síntomas que nos pueden alertar.
Las señales más comunes son:
- Dolor en la parte baja del abdomen
- Inflamación o hinchazón en el estómago
- Diarrea
- Constipación
- Presencia de gases
- Ruidos en el intestino
Si presentas algunos de estos síntomas acude al gastroenterólogo, él podrá darte un diagnóstico más acertado.
¿Se puede prevenir el síndrome del intestino irritable?
El síndrome del intestino irritable en sí no puede prevenirse, pero sí pueden evitarse las exacerbaciones o las crisis.
¿Cómo controlar los síntomas?
Sin dudas, mantener una microbiota lo más saludable que se pueda resulta fundamental, que incluya alimentos fermentados y con probióticos, además de la disminución del estrés pueden marcar una diferencia en la calidad de vida de las personas que padecen estos malestares digestivos.
El checklist que te ayudará a sentirte bien
- Ejercicio al menos 3 veces por semana.
- Incluir alimentos ricos en probióticos, como el chucrut y yogur.
- Manejar de forma saludable el estrés y la ansiedad.
- Dormir no menos de 7 horas todos los días.
- Elige comidas sencillas sin muchos ingredientes.
- Fracciona la comida a lo largo del día y sirve porciones muy moderadas.
- Masticar muy bien la comida.
- Comer en un ambiente de tranquilidad.
Tip: Te recomendamos realizar ejercicios de relajación como yoga, para ayudar en casos de ansiedad y depresión.
El rol de la dieta en tu día a día
#1 Aumenta...
El consumo de alimentos ricos en fibra (pan integral, frutas con piel y verduras). Combina carnes magras y pescado. Bebe mucha agua.
#2 Toma probióticos para reducir los síntomas
Algunos estudios recientes sugieren que tomar probióticos (microorganismos “vivos” que incorporados en cantidad suficiente aportan beneficios a la salud) pueden ayudar a controlar los síntomas del síndrome de intestino irritable.
Por ello, te recomendamos incorporar a tu dieta alimentos con probióticos naturales como por ejemplo el yogur con probióticos, ya sean los tradicionales o los de origen vegetal, lo importante es asegurarnos que las cepas probióticas estén detalladas en el rótulo. Sumar alimentos fermentados como el chucrut, el kimchi o el miso también pueden contribuir a reducir los síntomas del intestino irritable.
#3 Evita...
Las bebidas gaseosas y alcohólicas, los alimentos flatulentos (como las legumbres, la col o la coliflor) y el exceso de grasa (carnes rojas, bollería industrial, etc.)
¿Cuál es la relación entre una microbiota en equilibrio y el intestino irritable?
José Tawil describe este vínculo de la manera más simple: “La microbiota intestinal (MI) cumple múltiples funciones inmunológicas, digestivas, protectoras y restauradoras de la pared intestinal, y además sintetiza ácidos grasos de cadena corta y gases, que son, a su vez, reguladores de muchas de las funciones vitales del intestino. La MI varía con la edad, con el tipo de parto, con la alimentación materna, con el uso de antibióticos en los primeros años de vida y logra su estabilidad y mayor riqueza en la adultez temprana. Mantener esta estabilidad y riqueza es sinónimo de salud y bienestar”.
Ahora que tenés información confiable, la próxima vez que sientas alguno de estos síntomas, recordá consultar a tu médico de confianza y evaluá reducir el estrés, modificar tu alimentación e incorporar probióticos que pueden contribuir a una microbiota o flora intestinal en equilibrio.
