Sindy Sánchez, una hondureña de 29 años, llegó a la frontera de Eagle Pass huyendo de amenazas que recibió en su país por apoyar y trabajar para el gobierno de Juan Orlando Hernández. Al llegar al puerto fronterizo, asegura que intentó durante tres días obtener un cupo para solicitar asilo. Pero no lo consiguió y negada a volver a su país cruzó por el río. Allí fue detenida por un oficial de la Patrulla Fronteriza y más tarde, separada de sus hijos de 6 y 9 años. Ahora narra en primera persona toda su experiencia desde la casa de su hermana en Houston, Texas.